La Coja Producciones: «Si conseguimos trasmitir el amor por el teatro a tres o cuatro niños, ya estaremos satisfechos»

José Antonio Alba

Las navidades están ya a tiro de mazapán y con ellas llega un aluvión de propuestas para toda la familia. De todas ellas os vamos a hablar en breve desde nuestra Revista TM, pero antes hemos querido posar la mirada en una de las compañías que más visibilidad y crecimiento están teniendo en las últimas temporadas: La Coja Producciones. De ella podéis ver en estos momentos Caperucita Roja en el Nuevo Teatro Alcalá. Una función que ya comienza a ser un clásico en nuestra cartelera.

Para hablar sobre el mundo de las compañías de teatro infantil quisimos enlazar dos puntos de vista, el de Juanjo González, como productor y miembro fundador de la compañía junto a María Ortega, Sara Pérez y Mercè Grané, y el del actor Íñigo Asiaín, quien les acompaña en el camino desde hace varias temporadas.

LA COJA: AMIGOS Y PROFESIONALES.

Para ponernos en antecedentes Juanjo González nos habla sobre el origen de La Coja “Somos un grupo de profesionales que llevamos mucho tiempo juntos y que su intención es desarrollar nuevos proyectos. Nacimos para hacer Laura y el Enigma. Quisimos coger una identidad más definida para el proyecto porque era un musical que iba a requerir más trabajo” Algo que ya han puesto en marcha con producciones como La Verdad de los domingos de Juan Bey, el espectáculo Nadando entre nudos o conciertos como Olviden Broadway. “Nos gusta diversificar y de cara al futuro nos gustaría que nuestro siguiente paso fuese desarrollar tanto texto, como danza y musicales también para adultos”.

“Sobre todo mola porque es gente que respeta mucho la profesión y esto no pasa siempre. Son gente que valora y quiere cambiar las cosas. Que se toma muy en serio lo que hace” nos comenta Íñigo Asiaín, quien ya ha trabajado con ellos no sólo en los dos infantiles también ha protagonizado la segunda temporada de La verdad de los domingos. “Todos los días viene alguien a ver el espectáculo, a corregir, a dar notas… se hacen ensayos de limpieza. Ese tipo de cosas, son las que hacen que el espectáculo brille y emocione. Lo ves en la respuesta del público. El boca-oreja está funcionando y tenemos la grandísima suerte de que la gente se esté fidelizando a La Coja y el público está aumentando que es una maravilla”.

HANSEL Y GRETEL Y CAPERUCITA ROJA, DOS CLÁSICOS RENOVADOS.

Este incremento de público es debido al giro que La Coja ha dado a ambos cuentos, otorgándoles una identidad propia más allá de las creaciones de los Hermanos Grimm y Perrault, dos espectáculos creados para el público infantil, pero que también atraparán a los amantes del Teatro Musical. “Hansel y Gretel fue el segundo título familiar al que nos lanzamos después de hacer nuestra primera producción de La Coja. Dani Anglés lo había estrenado en el 2008 en Barcelona y nos propuso estrenarlo en Madrid. En junio 2015 ya estábamos estrenándolo en el Nuevo Alcalá, hemos vuelto repetidamente y es que funciona como un tiro. Sus canciones” – Creadas por Daniel Anglés, Ferrán González y Ángel Valverde “son más tipo pop, hay canciones que te pueden sonar a Mamma Mía! A Lady GagaSin embargo, Caperucita Roja es un musical de creación propia con libreto de Sara Pérez y música de Felipe Forastiere “Es original, es nuestro giro. Sí que es verdad que los niños, cuando ya son un poquito más mayores, lo agradecen. Conectan de otra manera, las canciones son diferentes, tiene un humor a dos niveles, para niños y para mayores, trata la historia de otra manera, es otro juego diferente. Sara ha sido consciente de eso, ha recogido referencias de diferentes tradiciones orales, ha juntado cosas. Lo hace más interesante todavía. Es más oscuro y también hay referencias de musicales que todos conocemos”.

Dos musicales en los que Íñigo está inmerso y de los que dice que con el paso del tiempo han ido creciendo y desarrollándose “Tenía muchas ganas de hacerlo como ahora, hacer tantas funciones de un mismo montaje es muy complejo. Esto de seguir buscando y experimentando a lo largo de las funciones es súper divertido y como este año tenemos nuevos compañeros, es aún más divertido ver cómo funciona con otros actores. Es brutal porque evoluciona no solo la obra, evolucionas tú con el público”. Un crecimiento que comparte Juanjo “Caperucita desde que empezó en el Teatro Galileo hasta ahora que está en el Nuevo Alcalá, ha evolucionado, se han incorporado canciones, ha habido escenas que han cambiado porque ha ido madurando. Ves y tanteas al público porque, aunque parezca otra cosa, el público familiar, especialmente los niños, son muy exigentes”

¿POR QUÉ EL TEATRO INFANTIL SUELE SER MUSICAL?

“Es muy curioso porque en principio es la mejor manera de enganchar al niño. Si es verdad que siempre que vendes la historia y dices que es con música, el papá y el niño se animan más” contesta Juanjo con convicción, asegurando que además un buen musical es el que hace que la historia avance a través de sus canciones, que es lo que atrapa y convence. “Supongo que la música siempre es un aliciente” nos responde Íñigo a lo que aprovechamos para preguntar por qué, sin embargo, cuando el público es adulto suele rechazar el género “El que el público adulto rechace el teatro musical creo que es por desconocimiento, pero eso ahora está cambiando bastante”. “El musical siempre tiene la complejidad de que no sólo necesitas actores que canten, bailen y actúen si no una historia que avance con las canciones. Eso es algo muy complicado”.

CUIDANDO DEL FUTURO PÚBLICO ADULTO.

“Como a un niño le guste lo que estás haciendo, es amor. Fluye el amor de la butaca al escenario” afirma Juanjo cuando hablamos sobre el hecho de que el público infantil es el más complicado porque a la vez es el más libre. “Y entienden las cosas muchas veces mejor que los adultos. Es impresionante la energía que se respira en el patio de butacas, cómo se ríe la gente, se crea una especie de fiesta” dice entusiasmado Íñigo.

Llegados a este tema, la conversación comienza a girar en torno a la responsabilidad que tienen las compañías que realizan teatro infantil “Es muy complicado hacer teatro infantil, estás educando al público del futuro. Cuando hay compañeros que denostan el teatro infantil, yo creo que es un poco por ignorancia. Es el público más honesto que vas a tener. Si les enganchas, te van a responder por mil, pero ¡ojo! Como no los pilles, te boicotean el espectáculo, no por nada, desde su naturalidad” nos confiese Íñigo. “Es un espectador exigente e inteligente como cualquier otro. Porque la experiencia para ellos va a suponer que si eso le gusta, porque a todo el mundo le gusta lo bien hecho, de mayores van a ser teatreros”  asegura Juanjo, algo en lo que ambos coinciden y que lleva a Íñigo a recordar cómo comenzó su afición por el teatro «Yo soy actor gracias a mi abuela. Cuando murió mi abuelo, en vez de darse a los antidepresivos, le dio por hacer teatro y yo me iba a ver los ensayos. Por pasármelo tan bien viéndoles ensayar y actuando, yo soy actor. Me trasladó el amor y cariño al teatro. Si nosotros con La Coja conseguimos ese amor por el teatro en tres o cuatro de los niños que van a vernos, ya estaremos más que satisfechos»

Texto José Antonio Alba

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