Hoy queremos presentarte un espectáculo que puedes disfrutar en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara: Pisazo!, una comedia dirigida y escrita por Juanma Pina, que nos cuenta historias sobre la convivencia entre tres personajes totalmente opuestos, y de lo que son capaces de hacer para conseguir la habitación de sus sueños. Para que nos explique más sobre esta nueva creación, hoy hablamos con Mario Alberto Díez, que interpreta a Pablo en esta producción de Montgomery Entertainment.
Cuándo te dieron el guion de ‘Pisazo!’, tras haber estado confinados en casa en la mayoría de casos, y fuera de la residencia habitual, en otros, ¿Qué fue lo primero que se te vino a la mente?
Mario Alberto Díez-.: Leí Pisazo! precisamente durante el confinamiento. El autor me envió dos textos, Pisazo! y otra comedia. Me gustaron ambos, pero Pisazo! me parecía que conectaba de una manera muy directa y sarcástica con problemas como la gentrificación y las dificultades para encontrar piso. Me pareció un punto muy a favor.
En tus últimas obras has estado en un atraco en una peluquería, en una casa de verano en Ribadesella, con un buen lío familiar, y ahora en un ‘Pisazo!’ en el centro de Madrid ¿Cómo te imaginas estos espacios en tu mente a la hora de crear al personaje? ¿Visitas algún lugar que tenga que ver con la obra para ponerte en situación?
M.A.D.-.: El estudio sobre los espacios es una parte del trabajo gestual que me interesaba mucho cuando estudiaba. Siempre lo tengo en cuenta, aunque no haga trabajo de campo como tal. En Sidra en Vena tenemos un enorme ventanal que da a un jardín y la hoguera de San Juan al fondo. Eso cambia tu mirada, tu punto de vista cuando entras al escenario. El espacio de Lavar, Marcar, Enterrar es más pequeño y oscuro, no existe ese horizonte que te hace mirar a lo lejos. En Pisazo! hay dos balcones delante del público y todo un piso por detrás; el pasillo, la puerta de entrada… Todo eso marca muchísimo la acción y las direcciones.
Desde que se ensaya por primera vez la obra hasta que se estrena, pasan muchas cosas que el espectador no ve y desconoce. ¿Se te resistió algo a la hora de elaborar tu personaje? ¿Ha cambiado del inicio de los ensayos hasta ahora? ¿Qué te ha enseñado tu personaje que desconocías?
M.A.D.-.: A la hora de componer a Pablo la clave ha estado en trabajar la mordacidad, la velocidad frenética del texto, su personalidad expansiva. Todo eso ha sido lo que se ha ido acentuando en el proceso; he ido aprendiendo a no controlar tanto, a dejar libertad para que aparezca la pasión del personaje.
En ‘Pisazo!’ Pablo tiene una inquina con el personaje de Zora, interpretado por Olga Hueso ¿Crees que Pablo en su subconsciente intuye algo de Zora o es odio a primera vista?
M.A.D.-.: Pablo es muy listo y un ganador nato, lo que le hace desconfiar, pero no creo que la odie, más bien le parece patética y la trata con condescendencia.
Después de que los espectadores vean la obra ¿Cambiará algo cuando vuelvan a su piso compartido?
M.A.D.-.: No sé si les cambiará algo, pero seguro que será tema de conversación cuando vengan personas que comparten piso a ver la función. A mí me hizo mucha gracia la primera lectura porque en mis primeros pisos compartidos también sorteábamos las habitaciones, aunque de una forma mucho más simple.
¿Qué haría Mario por una suite con baño y vistas? (tras haber trabajado en ‘Pisazo!’) ¿Cómo intentarías ganar la apuesta?
M.A.D.-.: A mí me encanta jugar y apostar. Al parchís, a las cartas, a lo que sea. Yo sería de los que plantearía un juego con varias rondas, su conteo de puntos, sus semifinales… Nunca haría trampas, eso sí.
En todas las obras en las que has participado, vemos un gran trabajo gestual, pero en ‘Pisazo!’ es más perceptible al espectador ¿Cómo trabajas esta faceta gestual en cada espectáculo?
M.A.D.-.: No me había planteado que en Pisazo! fuera más perceptible. Siempre trabajo así. Busco gestos que apoyen características del personaje y copio mucho, de la vida, de otros actores…
También podemos percibir que la conexión que tienes con el público es maravillosa ¿Cómo te sientes al ver que el público contigo desconecta, se ríe y disfruta?
M.A.D.-.: Me alegra que esa sea tu impresión. Cuando el público se ríe yo siento que la misión está cumplida. Yo ya no pretendo trascender, solo que la gente lo pase bien, que recuerde una frase del espectáculo una semana después y sonría.
En todas las obras de teatro con dirección de Juanma Pina, se huye de tópicos y el humor es natural y muy actual. Como espectador, ¿cuál fue la primera carcajada que recuerdas al ver una obra de teatro? ¿Cuál es tu momento favorito más divertido de todas tus obras estrenadas?
M.A.D.-.:Una de las primeras comedias que vi y me marcó muchísimo fue La kabra tira al monte de Karra Elejalde. Después he visto y olvidado mucho teatro pero esta es de las primeras que hicieron que me diera cuenta de lo que yo quería hacer. En las mías ha habido muchos momentos en los que no hemos podido aguantar la risa. En Pisazo!, por ejemplo, sufrimos mucho con un momento “musical” de Zora con el que nos partimos. No puedo mirar a mis compañeros a la cara en ese momento porque se me va el texto y la concentración.
De pequeño y de joven admirabas a Sazatornil, Manolo Gomez Bur o Paco Martínez Soria. Si pudieses encontrarte con algunos de estos grandes actores y cómicos en un viaje al pasado y preguntarles algo ¿Qué sería? Ahora que has crecido, ¿Quiénes son tus referentes? ¿les sigues admirando de la misma manera?
M.A.D.-.: Ojalá poder haber podido conocer a Lina Morgan o a Paco Martínez Soria. Eran unas máquinas de la comedia. Les preguntaría qué resortes tocan cuando ven que el público es un poco “duro”, o qué hacen para que la función parezca siempre nueva. Ahora mismo, aunque parezca contradictorio, me cuesta mucho ver comedia, me cuesta reírme. Está todo inundado del tono “club de la comedia” y no lo soporto. Lo que más me gusta en este género es el clown o las máscaras; Patrice Thibaud, Familie Floz, etc.
Entrevista: María Cabal