Ron Lalá sospecha que el público ha cometido “teatricidio” en ‘Crimen y telón’

José Antonio Alba

Los espíritus inquietos de Ron Lalá nos sorprenden con su nuevo montaje, Crimen y telón, subiendo al escenario el género de detectives y el cine negro. En esta ocasión abandonan sus atuendos clásicos para enfundarse unas gabardinas futuristas y transformarse en los detectives a los que se les ha asignado el caso de un asesinato que deberán investigar y del que el propio público será presunto sospechoso. Han asesinado al Teatro y nadie podrá salir de la sala hasta que el crimen quede resuelto.

Con Crimen y telón comenta Álvaro Tato durante la presentación en el Teatro Fernán Gómez «Hemos hecho realidad una fantasía que teníamos como compañía que es abordar el género negro (…) para contar una historia desde un escenario” No quieren desvelarnos demasiados detalles porque dicen que el montaje está plagado de sorpresas que hay que ir descubriendo viendo la función. Tan sólo sabemos que con este “Teatricidio”, realmente lo que se busca es rendir un homenaje al Teatro “Hemos considerado que la mejor manera de hacerle un homenaje era empezar matándolo para hacer un recorrido a través de su historia. De la actualidad a un mundo distópico” comenta Yayo Cáceres como responsable de la dirección del espectáculo “Hemos cambiado y hemos variado el rumbo de cómo contar de acuerdo a lo que veníamos haciendo en los últimos espectáculos”.

Un cambio que supone la integración de nuevos elementos como máscaras o combinándolo con el cómic como parte del espectáculo, contando con la colaboración del dibujante Óscar Grillo, quien será responsable de introducirnos de una manera muy especial dentro de esta historia ambientada en el año 2037 donde la Cultura está prohibida, e incluso penada, “Hay una Ley Seca de las Artes. Vamos a descubrir en la trama que el Teatro fue un peligroso capo de la mafia “artisticómana”. El jefe del cártel de las Artes Escénicas” nos adelanta Álvaro Tato.

Crimen y telón aborda un nuevo género para Ron Lalá sin olvidar el humor, tal como indica Juan Cañas ”Hemos intentado afrontar el humor desde el lugar más auténtico posible, que la comedia emerja con más naturalidad. Es verdad que el tono de este espectáculo tiende hacia lo oscuro, hacia la intriga, choca para presentar esas situaciones más luminosas, mucho más festiva. Es un gran reto frente al que nos encontramos”. Quien más y quien menos sabe que Ron Lalá si se caracteriza por algo, además de por el humor, es por la música, elemento indispensable que como comenta Miguel Magdalena  “Es parte de nuestro lenguaje, más que nada porque no lo expresaríamos de otra manera. Para nosotros siempre ha sido un medio natural. En el caso concreto de Crimen y telón hay momentos de verdadero musical. Volvemos a retomar instrumentos que nos gustan mucho, pero que son muy ruidosos y aparatosos para el teatro como la batería o el piano”.

Esta función según ellos mismos la definen es una especie de Striptease con el que iremos descubriendo las partes ocultas de las artes. Una excusa perfecta para jugar, explorar y hacer que el público reflexione sobre el estado en el que se encuentra la cultura “Qué duda cabe que la cultura tampoco tiene una salud envidiable. Desde el punto de vista social estamos ante un cambio (…) todo el tema del mundo cibernético, informático, va a tener una influencia decisiva en el desarrollo de la cultura“ observa Miguel Magdalena. “El público también es responsable de en qué estado y en qué lugar está la cultura” añade Daniel Rovalher y precisamente por eso somos sospechosos, quedaremos fichados y se nos leeran nuestros derechos, y como nos cuenta Íñigo Echevarría pasamos a ser parte activa del espectáculo “Les hacemos partícipes porque consideramos que el público es una de las partes fundamentales del teatro».

Yayo Cáceres recurre a una de las frases de la función para definir Crimen y telón: “Somos analógicos teniente, las artes nos daban sentido” para lanzar un mensaje de “Resistencia y transcendencia” e insistir en que el montaje es “un gran canto a las Artes” con el que esperan que cada espectador se marche con una nueva pregunta y ganas de regresar al teatro a seguir descubriendo. «Lanzamos preguntas, ponemos puntos de vista y hacemos una cosa que creo que hemos hecho siempre, ser eco o espejo de lo que nos pasa socialmente“ puntualiza íñigo Echevarría.

Una función que además desde hoy mismo ya se puede encontrar publicada por Ediciones Antígona para que el público no solo se quede con el propio hecho teatral, si no que pueda llevárselo a casa en una edición que promete ser muy especial como termina comentando Álvaro Tato “Para nosotros ha sido toda una aventura sacar adelante el texto completo de la obra (…) Hay Crimen y Telón en escena, pero hay mucho más. Estamos en las redes y somos muy activos. No nos gusta que se quede solo en un escenario, si no que el teatro también se lea, se mire, se siga y se proyecte tecnológicamente”

Texto y Fotos José Antonio Alba

Escrito por
José Antonio Alba
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