¡Qué absoluta maravilla de espectáculo! Iba con las expectativas muy altas porque no he encontrado a nadie que me haya dicho nada malo de este musical, y aunque eso a veces juega en contra porque la posibilidad de decepción es mayor, qué guay cuando las expectativas se cumplen y las 2 horas y media de función se te hacen cortas y te quedas con ganas de más. Una bofetada de realidad arrastra a los protagonistas a una crisis de fe de la que nos vamos dando cuenta entre risas. Qué historia tan loca y qué bien interpretada, cantada y bailada. Jan Buxaderas y Alejandro Mesa bordan sus papeles, y me gustó especialmente el trabajo de Nil Carbonell, que se gana […]