Un día leí un frase por internet que decía algo así como que las oficinas son ese lugar extraño donde un chico de veintipico se terminaba haciendo mejor amigo de una mujer de cincuenta. Y en ese momento, pensé que la frase era muy real. Quizá eso no ocurre tan comúnmente en otros contextos porque hay abismos generacionales, de clase, de género e incluso de valores que nos ponen un muro que nos impide acercarnos a un otro distante de lo que pensamos que somos. En la oficina no nos queda otra que relacionarnos con esa mujer de 50, ese hombre a punto de jubilarse o esa persona con un contexto sociocultural totalmente distinto al nuestro. Y es ahí, donde […]