Sin ser una experta en teatro clásico, y mucho menos en el Siglo de Oro, fui a ver La Dama Boba con la curiosidad de quien se asoma a un universo que, en teoría, le queda lejano. ¡Pero nada de eso! La obra te atrapa desde el primer segundo y no te suelta hasta el último verso. La Fundación Siglo de Oro logra aquí algo extraordinario. No solo convierte los versos de Lope en pura vida, sino que los lanza al escenario con un ritmo vertiginoso. Los actores no recitan, te atrapan. No caminan, bailan. No sólo representan, juegan con la escenografía y el espectador. Cada escena está coreografiada con una precisión milimétrica, sin pausas ni respiros. La historia avanza […]