Farinelli

Sinopsis

Con 32 años, Farinelli se retiró de la escena artística tras haber llegado donde ningún otro castrati italiano había soñado: a la cima de los mejores cantantes de ópera del mundo. Con Europa a sus pies, Carlo Broschi, su nombre real, fue contratado por la reina de España para curar con su voz la depresión que sufría Felipe V.
Durante dos décadas, noche tras noche, Farinelli cantó las mismas canciones al monarca. En ese tiempo se ganó la confianza del rey y fue nombrado director del Coliseo del Buen Retiro. También se le otorgó el rango de caballero y se le condecoró con la Cruz de Calatrava. Pero con el ascenso de Carlos III se retiró a Bolonia, donde falleció varios años después.