Luigi Cherubini: Medea

Luigi Cherubini: Medea

Medea es una ópera cómica en tres actos con música de Luigi Cherubini. Trágica y arrebatadora, Medea es mayormente conocida por las históricas interpretaciones de Maria Callas, artista a quien esta producción estará dedicada por el centenario de su nacimiento. La esperada nueva dirección escénica de Paco Azorín junto con las voces de Maria Agresta, Saioa Hernández y Nancy Fabiola Herrera, explorará aspectos dramáticos del libreto, como la violencia vicaria o el abandono.

Sinopsis

La inmolación de Medea en el templo abrasada por la furia vengadora de las llamas constituye uno de los momentos más sobrecogedores y visionarios de la historia de la ópera. Así lo reconoció Wagner —admirador confeso de esta obra— al replicarla al cierre de su monumental Ocaso de los dioses, y así lo reconoció también Maria Callas, quien con su inigualable talento dramático convirtió este casi olvidado título en uno de los más personales jalones de su carrera.

El genio de Cherubini reinó en la Francia republicana de la década de 1790 y produjo una honda impresión en el joven Beethoven, aunque, con el cambio de siglo, su nombre se retrajo frente a los de Spontini y Rossini, y se ganó la fama de autor malhumorado y conservador. Noble y majestuosa como una escultura de Canova o un fresco de David, pero internamente sacudida por la arrolladora personalidad de su protagonista, la ópera Medée ofrece insospechadas posibilidades de desarrollo escénico y dramático acorde con «los desvaríos armónicos, las transiciones bárbaras y el cromatismo exagerado » que —de acuerdo con un temprano crítico de la obra— atesora su partitura.

Sinopsis

La inmolación de Medea en el templo abrasada por la furia vengadora de las llamas constituye uno de los momentos más sobrecogedores y visionarios de la historia de la ópera. Así lo reconoció Wagner —admirador confeso de esta obra— al replicarla al cierre de su monumental Ocaso de los dioses, y así lo reconoció también Maria Callas, quien con su inigualable talento dramático convirtió este casi olvidado título en uno de los más personales jalones de su carrera.

El genio de Cherubini reinó en la Francia republicana de la década de 1790 y produjo una honda impresión en el joven Beethoven, aunque, con el cambio de siglo, su nombre se retrajo frente a los de Spontini y Rossini, y se ganó la fama de autor malhumorado y conservador. Noble y majestuosa como una escultura de Canova o un fresco de David, pero internamente sacudida por la arrolladora personalidad de su protagonista, la ópera Medée ofrece insospechadas posibilidades de desarrollo escénico y dramático acorde con «los desvaríos armónicos, las transiciones bárbaras y el cromatismo exagerado » que —de acuerdo con un temprano crítico de la obra— atesora su partitura.

Fotos y vídeos
Artículos relacionados
¡Enlace copiado!