Violencia - Diego Garrido Sanz

Violencia - Diego Garrido Sanz

Violencia, los padres de un hijo muerto en un tiroteo en un instituto se reúnen seis años después de la tragedia con los padres del autor de los disparos, un joven que se suicidó tras el suceso. Durante una hora y media, los cuatro padres afrontan el tramo final del duelo por la muerte de sus hijos. Esta trama procede de la película del mismo título escrita y dirigida por el norteamericano Fran Kranz en 2019, su ópera prima como director, que el español Diego Garrido ha adaptado y dirigido para llevarla a escena, en lo que supone también su ópera prima teatral.

Sinopsis

“Cuando fui a verla al cine no pude parar de pensar que era una película muy necesaria”, señala el joven, un talento precoz que empezó estudiando guitarra clásica, llegó a ceñirse el cinturón negro de karate y cursó relaciones internacionales, antes de zambullirse en la interpretación y el cine. Garrido estudió cine en Los Ángeles con una beca Fulbright durante 2018 y 2019, y al año siguiente se formó en derechos humanos y estudios de raza y género en Nueva York para entender “cómo tratar temas relacionados con las minorías y la política en proyectos audiovisuales”.

Tras ver Mass en el cine, Garrido contactó con Kranz. En menos de dos semanas ya habían intercambiado varios emails y llegaron a un acuerdo. Kranz accedió a entregar los derechos de la primera adaptación teatral de su película. Por entonces, Garrido había entendido el núcleo del conflicto que tenían los estadounidenses con la violencia y las armas, uno de los temas de Mass. “Pero también vi con el paso del tiempo -sostiene- que el problema basal no es local, sino global. Es la salud mental. Algo que las consecutivas crisis de occidente están llevando al límite, especialmente en los jóvenes”. Y este es el meollo de Mass, una crítica a un sistema que está destrozando a los más jóvenes y su salud mental a través de discursos de odio en las redes y el fácil acceso a las armas. Todo se expresa en esa conversación a cuatro, donde los padres sacan de sí mismos la culpa, la rabia, el dolor, el shock y el perdón final.

Para Garrido lo más importante de esta obra “es cómo los personajes buscan responsables directos… pero acaban por entender que a veces el problema es estructural, y que ningún sentido tiene señalar a un individuo en concreto, sino a la estructura que los sostiene a todos. ¿Cómo nombrar esto? ¿Cómo cambiarlo? Creo que este es el dilema que nos plantean, y que en un mundo lleno de populismo y discursos binaristas, la reflexión más profunda y compleja puede ser muy sanadora para los espectadores”.

Duración:
Idioma:
Castellano
Sinopsis

“Cuando fui a verla al cine no pude parar de pensar que era una película muy necesaria”, señala el joven, un talento precoz que empezó estudiando guitarra clásica, llegó a ceñirse el cinturón negro de karate y cursó relaciones internacionales, antes de zambullirse en la interpretación y el cine. Garrido estudió cine en Los Ángeles con una beca Fulbright durante 2018 y 2019, y al año siguiente se formó en derechos humanos y estudios de raza y género en Nueva York para entender “cómo tratar temas relacionados con las minorías y la política en proyectos audiovisuales”.

Tras ver Mass en el cine, Garrido contactó con Kranz. En menos de dos semanas ya habían intercambiado varios emails y llegaron a un acuerdo. Kranz accedió a entregar los derechos de la primera adaptación teatral de su película. Por entonces, Garrido había entendido el núcleo del conflicto que tenían los estadounidenses con la violencia y las armas, uno de los temas de Mass. “Pero también vi con el paso del tiempo -sostiene- que el problema basal no es local, sino global. Es la salud mental. Algo que las consecutivas crisis de occidente están llevando al límite, especialmente en los jóvenes”. Y este es el meollo de Mass, una crítica a un sistema que está destrozando a los más jóvenes y su salud mental a través de discursos de odio en las redes y el fácil acceso a las armas. Todo se expresa en esa conversación a cuatro, donde los padres sacan de sí mismos la culpa, la rabia, el dolor, el shock y el perdón final.

Para Garrido lo más importante de esta obra “es cómo los personajes buscan responsables directos… pero acaban por entender que a veces el problema es estructural, y que ningún sentido tiene señalar a un individuo en concreto, sino a la estructura que los sostiene a todos. ¿Cómo nombrar esto? ¿Cómo cambiarlo? Creo que este es el dilema que nos plantean, y que en un mundo lleno de populismo y discursos binaristas, la reflexión más profunda y compleja puede ser muy sanadora para los espectadores”.

Fotos y vídeos
Opiniones del espectáculo 1
  • Bea López
    Bea López
    Teatro Madrid
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