La Orestíada

La Orestíada es la única trilogía que se conserva íntegra de Esquilo y de todo el teatro griego. El ciclo está compuesto por las obras «Agamenón», «Las Coéforas» y «Las Euménides». Fue representada en la primavera del 458, cuando Esquilo tenía 67 años, tan solo dos años antes de morir. Por su desarrollo técnico y dramático, así como por su movimiento escénico está considera la obra más compleja y perfecta de las tragedias de Esquilo.

Los antecedentes desde el punto de vista argumental son los siguientes: antes de partir a luchar contra Troya, Agamenón (rey de reyes aqueos) había sacrificado a su hija Ifigenia, porque la diosa Artemisa así se lo exigió a cambio de otorgarle vientos favorables para la navegación rumbo a Troya. Clitemnestra, su esposa, nunca le perdonó el haber matado a la hija de ambos. La trilogía se centra en diversas cuestiones morales que surgen a partir de este asesinato y las difíciles elecciones y consecuencias que tendrán para los personajes.

La primera obra de la trilogía es «Agamenón». La trama gira alrededor del asesinato de Agamenón, rey de Micenas, después de su regreso una vez terminada la guerra de Troya. Clitemnestra y Egisto, su nuevo amante, deciden asesinarlo. Egisto es primo de Agamenón y pretende recuperar el trono que anteriormente ostentaba su familia. Agamenón y Clitemnestra habían tenido un hijo, Orestes, y tres hijas, Ifigenia, Electra y Crisotemis. Tras el asesinato de Agamenón, Electra oculta a su hermano Orestes lejos de Micenas.

En la segunda pieza, «Las Coéforas», se relata el reencuentro después de muchos años separados de Orestes y Electra. Juntos planean vengarse de su padre matando a su madre. El dios Apolo convence a Orestes de la necesidad de vengar la muerte del rey, pero las Erinias (diosas encargadas de vengar los crímenes cometidos por los mortales dentro de la misma familia) le advierten de que si mata a su madre cometerá el peor crimen imaginable y, por lo tanto, lo perseguirán por siempre y atormentarán volviéndole loco.

La tercera y última de las obras es «Las Euménides», donde Orestes es juzgado en Atenas por haber matado a su madre. El jurado, con la ayuda del dios Apolo y la diosa Atenea, declara inocente a Orestes. En esta obra la teoría de la argumentación judicial prevalece. Apolo se podría decir que es el abogado defensor, mientras que las Erinias equivalen al fiscal acusador. Por su parte, la diosa Atenea representa a la jueza que ante los votos divididos decide exculpar a Orestes. Las Erinias aplacaron su ira recibiendo la promesa de seguir siendo adoradas en Atenas. Desde entonces ya no se las conocería como Erinias, sino como Euménides o ‘benevolentes’.

El matricidio es el tema que vertebra la trilogía y que permite yuxtaponer la ley divina, donde impera la venganza, y la ley humana, que tiene en cuenta más factores. En La Orestíada se representa un cambio fundamental en la manera de hacer justicia: ya no serán los familiares del muerto los encargados de sancionar al asesino aplicando una justicia automática que exige sangre por sangre. El Estado tomará en sus manos la administración de justicia y los nuevos tribunales considerarán no sólo el crimen, sino también las circunstancias que lo rodean.

Autoría
Año
458 a.C.
Estilos
Tragedia
Fotos y vídeos
Adaptaciones
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