No sé si en los años 90 se decía eso de que “los 30 son los nuevos 20” para intentar llegar con mejor humor a una de las primeras fechas claves de la vida. Aunque para el protagonista de esta historia, poco habrían valido estas palabras de ánimo y coraje para enfrentar una nueva etapa. En el escenario, conocemos a Jon, un joven artista a punto de despedirse de sus 29 y de coger el éxito y no soltarlo más. Pero él, solo sabe la primera parte y es la segunda en la que más empeño pone por hacer realidad.
Daniel Diges se pone en la piel de este compositor que experimenta una serie de cambios vitales que le hacen madurar, personal y profesionalmente, en el momento que más lo necesita. El virtuosismo de este intérprete sigue dejando con la boca abierta al público. Su tempo profesional está marcando grandes montajes de nuestra escena que, sin duda, me hace tener muchas ganas de verlo más a menudo sobre las tablas. Comparte escenario con Julián Fontalvo y Anabel García, un equipo perfecto que se intercambia personajes, emociones y talento para engrandecer está propuesta basada en hechos reales.
Vemos un recorrido por los años 90 en la gran pantalla que sirve de fondo a esta obra, acompañada de una banda en directo que lidera la acción con sumo cuidado. Auditorio en pie tras un final que marca el principio de una carrera artística y que agradece este grandioso espectáculo con el que disfrutar y no parar de recomendar.
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