LA COMPAÑÍA VALENCIANA PRESENTA SU QUINTO ESPECTÁCULO

Cía. Lucas Escobedo: «Todos tenemos miedo a algo»

'Paüra' es un concierto teatral para hablar del miedo a través del lenguaje del payaso

Bea López

‘Paüra’ es el nuevo espectáculo de la compañía valenciana que sitúa al miedo como centro escénico. // Foto: Gaby Merz.

Pavor es una palabra que viene del latín (pavor, pavoris). En castellano es un cultismo y el habla patrimonial prefirió el vocablo latino metus de donde viene miedo. Sin embargo, la palabra latina sí fue productiva en el lenguaje patrimonial de otras lenguas romances tales como el francés (peur), el catalán (por) y el italiano (paúra). A partir del término catalán nace paüra en valenciano con el significado de ‘gran miedo’.

El miedo es un sentimiento de angustia o aprensión que se activa por un riesgo o daño real o imaginario. Existen tantos miedos como personas y su presencia en nuestras vidas es constante, aunque con el paso de los años nuestros temores puedan ir cambiando. Miedo a la oscuridad, a la soledad, a los espacios cerrados, a las alturas, a fallar, al rechazo, a sufrir, a la pérdida de quienes amamos, a la muerte… incluso miedo a tener miedo. El pavor nos reta a ser valientes y también nos enseña a ser prudentes por lo que experimentarlo y aprender a gestionarlo es un gran aprendizaje vital.

La compañía valenciana de Lucas Escobedo presenta Paüra, un espectáculo de humor para todos los públicos con música en directo.  Una tragicomedia o una comedia con tintes melodramáticos que aborda el tema del miedo desde esa doble correlación entre el llanto y la risa a la hora de enfrentar nuestros temores a través del lenguaje del payaso y su poesía.

Hablamos con Lucas Escobedo y Raquel Molano creadores e intérpretes de esta producción, finalista en los XXV Premios Max 2022 como Mejor Espectáculo Musical, que se podrá ver en el Teatro de la Abadía del 28 de diciembre al 4 de enero.

Entrevista a Cía. Lucas Escobedo

Cómo y cuándo surgió la idea de crear este espectáculo? ¿Por qué el miedo, el pavor como centro?

Lucas Escobedo: El miedo como tema era uno de estos asuntos de los que yo ya tenía anotaciones. Realmente si el miedo es un tema siempre de actualidad, porque forma parte del ser humano, la pandemia lo que hizo fue hacernos confiar en que ahora mismo era importante hablar del miedo, porque se había metido en nuestras vidas. Queríamos hablar de ello de una manera, por supuesto, respetuosa, pero con humor, con música y proponiendo el arte, la cultura, la risa como antídoto para el miedo ese malo que nos impide hacer. Y quedarnos con la parte positiva del miedo de la cautela y la prudencia.

«Queríamos apostar por la defensa del humor porque conecta mucho a través de la risa»

Música, humor y circo en un espectáculo que está concebido como una tragicomedia o una comedia con tintes melodramáticos que parte desde la comicidad. ¿Cómo ha sido la conjunción de las dos miradas del miedo desde el lenguaje escénico del payaso?

L.E. Por un lado, cuando empezamos a investigar sobre el tema, nos dimos cuenta de que en la vida el miedo ya tocaba esos dos palos. De repente, hay momentos donde aparece un susto porque pensaba que tenía un mosquito y no era nada y pego un grito y la gente que estaba a mi alrededor se ríe. Y eso es miedo. Y nos reímos de eso y no pasa nada. Pero después están las fobias, por ejemplo. Ese miedo atroz a algo y que está muy alejado de la risa porque es tal el pavor que la persona deja de hacer algo por miedo y eso es un drama. La obra es una propuesta que invitar a pasar por la aceptación del miedo, porque todos tenemos miedo a algo, y no pasa nada, hay cosas que las podemos hacer con miedo.

¿Y qué papel desempeña el humor en vuestra concepción del hecho teatral?

L.E. En esta propuesta en concreto es un pilar y un eje transversal. El humor para nosotros siempre es muy importante, ya que en la vida creemos que cualquier cosa con humor se recibe mejor y en el arte escénico sí que ocurre que hay aspectos del humor que son universales. El humor payaso, que ya hacían maestros como Chaplin o Baster Keaton incluso los hermanos Marx, era una herramienta que nos permitía hacer una propuesta artística para todos los públicos que pudiera ser interesante tanto para público adulto como para público infantil.

Raquel Molano: El humor tiene algo que se aleja de lo intelectual, provoca algo, que es también inherente al ser humano, que es la risa. Y es algo muy sanador, muy orgánico. También queríamos apostar por la defensa del humor, porque es muy importante en el teatro y conecta mucho a través de la risa. Hemos buscado que haya una comunicación constante con el espectador y que la gente salga con una visión y una sensación de buenas vibraciones y con un tema tan serio como es el miedo. Es casi una antítesis.

La propuesta parte del lenguaje del payaso con un humor universal que conecta con todos los públicos. // Foto: Gaby Merz.

El miedo es un sentimiento muy ligado a la condición mortal del hombre y es muy importante aprender a gestionarlo desde edades tempranas. ¿Cómo creéis que el espectáculo, que está destinado al público familiar puede ayudar a los más pequeños en su forma de vivir y de aprender a partir del miedo?

R.M. También hablamos del miedo bueno, porque este también te salva. Es bueno que el niño aprenda que tiene que tener miedo de asomarse al balcón. A lo largo de la obra se van visitando distintos umbrales que son muy reconocibles e impactantes para el niño como el miedo a la oscuridad, por ejemplo.

L.E. Sí con este tema nos pasó, por un lado, que al investigar y hacer la dramaturgia quisimos saber cuáles son los miedos que tienen ahora los niños y niñas de ahora y también las personas adultas. Y vimos que todos tienen miedo a la oscuridad. En sala jugamos mucho con esa oscuridad. Pero buscamos una oscuridad que no produce miedo, que no les hace sufrir. Experimentamos que por la forma en la que lo tratamos y la calma con la que ellos lo reciben, se dan cuenta de que no está pasando nada malo. Muchas veces el miedo se vence dando un paso adelante o con calma y apoyo. La mayoría de nuestros miedos tienen que ver con eso que no estamos viendo y que por tanto nos lleva a imaginarnos algo que nos asusta. Hay muchos momentos del espectáculo donde ocurre esa comunión con los espectadores.

La música es un vehículo narrativo principal en vuestras producciones. ¿Cómo ha sido la creación del lenguaje musical de la obra?

R.M. La música como vehículo ya la habíamos experimentado con «YOLO», pero aquí tenemos la oportunidad de hablar de diferentes miedos no como una lista, sino afrontar distintos temores con distintos colores. Tenemos así unas coplillas de Cádiz que es una canción mucho más enumerativa de distintos tipos de miedo y tenemos también un pasodoble que habla únicamente del miedo a la soledad. La música es un vehículo perfecto para eso y en este caso al ser el miedo un tema tan implícito en el ser humano, el espectador se siente identificado tanto en la parte cómica como en la parte más sensible.

En ‘Paüra’ la música es un vehículo narrativo para mostrar los distintos tipos de miedo. // Foto: Gaby Merz.

Respecto de vuestros espectáculos anteriores, ¿cuáles han sido los mayores desafíos al crear Paüra?

L.E. Por un lado, queríamos un cambio de registro con respecto a «YOLO» con la incorporación del texto y de la palabra hablada. Eso ha sido uno de los retos más grandes. Y otro meternos de lleno en el lenguaje del payaso. Queríamos que fuera la base. Queríamos un equipo en escena que tuviera este lenguaje del conocimiento teatral y de interpretación, pero también control sobre técnicas del payaso para poder jugar e ir de la risa al llanto. El gran reto era el lenguaje del payaso con texto y con un gran tema.

R.M. La música y las letras en este espectáculo también cuentan, comunican y narran. Y pueden servir para contar una historia y para sacarte una sonrisa, tienen un sentido aristotélico en sí mismas con un principio, nudo y final. Y hay otras que son más de acompañamiento. Y eso para mí fue un reto muy grande: componer la música en este sentido donde la letra también tenÍa un peso muy grande de narratividad.

«Hemos ido flexibilizando los límites de la creatividad para poder ganar libertad creativa»

La compañía Lucas Escobedo nace en 2011 como una compañía que bebe tanto del mundo circense como del teatro. Cinco producciones y múltiples reconocimientos. ¿Cómo ha sido el viaje de la compañía y qué significado tiene este último espectáculo en vuestra trayectoria?

L.E. El viaje de la compañía empieza en 2011 como consecuencia a la crisis de 2008. Comienza en un momento en el que las compañías con las que iba trabajando como artista se ven afectadas por la crisis y dejan de ofrecer trabajo. Entonces me doy cuenta de que tengo que generarme el trabajo y empiezo con un número corto de malabares, muy técnico. Desde ahí voy evolucionando, caminando hacia lo que siempre he querido que es trabajar en compañía. Y ahora mismo «Paüra» sigue siendo un quinto espectáculo donde si miro atrás, todos tienen algo que ver, pero al mismo tiempo son muy diferentes entre sí. Sí que nos gusta ver que hemos ido flexibilizando los límites de la creatividad para poder ganar libertad creativa con la compañía que era lo que queríamos.

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Escrito por
Bea López TWITTER

Periodista y filóloga hispánica que ha hecho de su pasión por la cultura y las artes escénicas su forma de vida. Creadora de contenidos editoriales de TeatroMadrid y redactora de la Revista TM.

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