‘FICCIONES’ EN TEATROS DEL CANAL

Juan Ceacero: «Esta obra se relaciona con que nos construimos a través de relatos que inventamos, sobre todo en redes sociales»

Una compañía inmersa en el proceso de creación de una obra imposible que afecta a los límites entre realidad, ficción, verdad y mentira

Amanda H C
Juan Ceacero estrena 'Ficciones' de La_Compañía exlímite en los Teatros del Canal

La_Compañía exlímite estrena ‘Ficciones’ en los Teatros del Canal

La_Compañía exlímite, en coproducción con los Teatros del Canal, presenta el estreno absoluto de su cuarta obra Ficciones, concebida y dirigida por Juan Ceacero y con texto de Fernando Delgado-Hierro. Si en el escenario siempre se suele representar una ficción, esta propuesta da un paso más y hace referencia al mundo en el que vivimos, en el que las fronteras entre realidad, ficción, verdad y mentira se han diluido, además de cómo esto incide en la construcción de quienes somos y de aquello en lo que creemos.

A lo largo de unas dos horas, la obra lanza preguntas como: ¿Qué es la ficción? ¿Cómo se construye? ¿Qué diferencia un relato real de un relato ficticio? ¿Cómo afecta la disolución de los límites entre realidad y ficción a nuestro sentir contemporáneo? Y de estas y otras cuestiones, hemos charlado con Juan Ceacero para saber hasta dónde llegará este proceso de ensayos antes de su estreno.

En vuestras obras anteriores, la compañía no paraba de hacerse preguntas hacia dentro y de reflejarlas en escena. ¿Qué os habéis preguntado en esta ocasión, con qué jugáis?

Siempre he pensado que un espectáculo es la promesa de otro espectáculo. De alguna manera, la pregunta de Ficciones estaba inscrita un poco en Cluster y, seguramente, también en Los Remedios. Si en Cluster estuvimos en un paradigma de ficción, rozando casi el documental, aquí hicimos todo lo contrario; nada de autoficción. Teníamos que abrazar el pacto con la mentira. Pero ocurre que esto no es solo la premisa de trabajo, sino que también estamos en una reflexión sobre qué es la ficción, cómo funciona en el mundo en el que estamos y, por tanto, qué es la verdad, la mentira y la realidad. Y cómo el teatro, como representación cultural, se vale para construir todo esto y a la vez funcionar como reflejo. Esto se relaciona con que nosotros nos construimos a nosotros mismos a través de relatos que muchas veces nos inventamos, sobre todo en este mundo de redes sociales.

Procesión de personajes

Nos encontramos frente a los preparativos de un evento —tal vez una boda— donde nada es lo que parece. El público asiste al proceso de ensayos de una compañía en crisis y en plena investigación de su más reciente creación. A partir de aquí, disfrutaremos de un completo desfile de personajes reales y alucinados, proyecciones, crisis y viajes sin retorno, mientras que la compañía vive el propio espectáculo como un dispositivo que atenta contra sus integrantes y que, poco a poco, va enloqueciendo y amenazando el curso de la obra.

El elenco que sufrirá todo esto está conformado por Javier Ballesteros, Ángela Boix, Leticia Etala, Beatriz Jaén y Macarena Sanz en alternancia con Belén de Santiago. En esencia, esta no deja de ser una obra sobre la actuación a la vez que una indagación sobre los mecanismos de la comedia, de los que utiliza el accidente, el malentendido, la sorpresa, la ironía, el humor, el disparate o lo absurdo. Además, su lenguaje audiovisual tiene un gran peso a través de la generación de un falso making off para elaborar el relato de esa compañía en crisis, en un plano pasado frente al presente de la escena en la Sala negra de los Teatros del Canal.

¿Es clave la comedia en esta obra de alguna manera?

En realidad, es un pilar fundamental aquí. Estaba en el origen de la propuesta. Yo siempre imaginé un espacio en el que hacer desfilar a una serie de personajes, de apariciones, de momentos. Es contrapuesto a Cluster, donde se viajaba en el tiempo. Aquí no viajamos, estamos todo el rato ahí, pero asistiendo a la entrada y salida de una serie de personajes. Está planteado como un desfile, en el que se va sucediendo una especie de relatos, de visitas, de apariciones, de invitados. Tiene una estructura de espectáculo de variedades o de vodevil clásico, donde todo gira en torno a la expectativa de qué va a suceder. Y eso ya, de partida, genera comicidad, porque da pie al enredo, a la sorpresa, al disparate. También es muy jugoso porque te mantiene en alerta de quién va a aparecer ahora y qué me va a contar. Todo eso nos ha conducido a un universo muy divertido. Porque responder a quién entra ahí nos ha llevado a una exploración de personajes muy fuerte. Hay un juego con la máscara enorme, que es la huida de uno mismo. Y detrás de eso, podría estar la idea de que quizás a través de la ficción pueda ser más yo mismo que a través de la propia autoficción.

¿Qué relación tiene la pantalla con lo que pasa en escena y con el público?

Como los espectáculos de la compañía son construcciones, cuando manejamos diferentes planos, la obra sufre transformaciones. El universo con el que hemos trabajado es una especie de making off, de recursos, de viaje a través del propio proceso. Estamos viendo cómo funciona y cómo dialoga con lo que hemos construido escénicamente. Lo estamos ficcionando y distorsionando todavía aún más en estas dos semanas que nos quedan de cara al estreno.

Imagen de La_Comañía Exlímite: Ficciones

‘Ficciones se podrá ver del 7 al 19 de mayo

Corrupción de la verdad, manipulación, fakes… ¿vivimos tiempos oscuros?

Si la oscuridad es la ausencia de luz, no creo que no haya luz en este universo hipervisibilizado y sobreiluminado en el que vivimos. Lo que ocurre es que los límites de las cosas han desaparecido. Es como que el agua está turbia y eso provoca la falta de visibilidad. Los discursos son turbios, las realidades, el manejo de la información y las relaciones también. Hay una pérdida de referencia y de no saber en qué creer. La verdad, si se puede hablar de una, se vuelve muy subjetiva y es tu verdad, una cercana a tu opinión o a tu sentir.

¿Qué relato te gustaría que se llevara el público con esta obra?

En Ficciones, hay una parte muy importante de cuentos que contamos casi de ciencia ficción, algo monstruosos. Hemos reparado en que la monstruosidad, la vuelta de lo gótico y el relato de terror son muy importantes y están en la obra. Hay una mezcla y lo fantástico ha tomado mucho peso. Creo que el público va a asistir a un despliegue de un universo muy heterogéneo, por momentos casi abstracto, muy laberíntico, y se va a ir con una sensación muy clara de haberse divertido mucho, de habérselo pasado bien. Y también con algo que aún no alcanzo a ver bien, pero que seguramente esté cercano a la sensación de saturación que tenemos cuando llevamos diez minutos el feed de Instagram, por la cantidad de imágenes y relatos a los que estamos expuestos. La obra pretende ser una síntesis de esa sensación, de ese exceso al que estamos entregados, pero desde un lugar muy lúdico.

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Amanda H C TWITTER

Me siento más a gusto en el teatro que en mi casa.

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