«Es curioso que en la historia del arte la gran mayoría de las obras realizadas por mujeres hayan desaparecido» comenta Blanca Li, coreógrafa y directora de escena de esta ópera. Estrenada en 1625 por Francesca Caccini es la primera vez que se hace en España. La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina se podrá disfrutar los días 4, 5, 7, 8 y 9 de junio en la Sala Roja de los Teatros del Canal.
Imagen del cartel ‘La liberazione di Ruggiero dall’Isola d’Alcina’
Sabemos por las crónicas de la época que Francesca Caccini fue una gran compositora. Sin embargo, «se han perdido todas sus óperas menos esta», aclara Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, que coproduce esta obra junto a los Teatros del Canal. Fue una de las pocas compositoras del s.XVII cuyas obras se publicaron.
Aarón Zapico, director musical de esta ópera apuntala: «tenemos que concienciar e incluso imponer una cuota de compositoras hoy en día. Tenemos que comprometernos artistas, público y programadores de óperas escritas por mujeres para que salgan a la luz».
Una obra con 400 años de antigüedad pero que, en palabras de Zapico «es una obra musical de calidad superior. Es una composición muy osada a nivel musical, con intervalos y rítmicas muy avanzadas para esa época».
Una ópera cómica
La obra está basada en los cantos del poema épico Orlando Furioso de Ariosto. El poema mezcla realismo y fantasía, humor y tragedia. El amplio elenco de personajes incluye a soldados y hechiceros, criaturas fantásticas como un gigantesco monstruo marino llamado la Orca y un caballo volador llamado hipogrifo.
La puesta en escena, aclara Blanca Li, viene impuesta porque el presupuesto ha sido reducido. «Una ópera barroca es grandiosa pero he tenido que buscar una manera para crearla muy minimal«. Por un lado, destaca la iluminación hecha por Pascal Laajili y el decorado es una tela. «A partir de este lienzo en blanco que en realidad es una tela negra, he podido crear y recrear el espacio escénico». Por otro lado, el vestuario de Juana Martin ha colaborado ofreciendo unos modelos que se corresponden con este universo de esta obra.
Es una ópera barroca con instrumentos de viento y cuerda pulsada que intenta representar ese universo tan colorido. Durante la época solo se representaban este tipo de óperas por lo que no había indicaciones para la orquesta. «Anotaciones para tocar forte, piano, crescendo,… no se anotaban porque se daban por supuestas. Estas partituras nos llegan dos o tres siglos después y tenemos que recuperarla. Mediante tratados y prefacios hemos podido llegar a reconstruir esta obra», comenta Zapico.
Esta obra, por tanto, tiene mucha libertad interpretativa. Lo que sí nos promete Zapico es dar forma a la mitología a través de la música:
«se escucharán esos monstruos, ese mar que representa la música. Usamos percusión para representar las cavernas y divinidades»
El Teatro Real el año pasado ya rescató episodios del poema de Ariosto con la ópera de Händel, Orlando a principios de noviembre del 2023.
El sello Li
El estreno de este montaje sucede a la presentación en París de Notre Sacre, una versión dirigida por Li de La consagración de la primavera de Stravinski. La coreógrafa y bailarina española acaba de ser nombrada presidenta de la Villette, un complejo cultural de primer orden en París que cuenta con un presupuesto anual de 43 millones de euros. Directora entre 2019 y 2023 de Teatros del Canal, la artista granadina ha coreografiado y dirigido diferentes ballets, óperas y musicales.
«Quería que hubiera bailarines en esta ópera porque el barroco contaba con el baile. El ballet es algo que en el barroco existe y se escriben pero en las óperas modernas se olvidaron del ballet«
«La danza en esta obra se transforma como la tela negra, que a veces ves y otras no; a veces con elementos barrocos, otras con puro baile. Está completamente integrada en la narración», concluye Blanca Li.
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