ESTRENO EN EL TEATRO EDP GRAN VÍA

Nina y Gerónimo Rauch: «Amor a primera escucha» en el musical ‘Los puentes de Madison’

Los cantantes Nina y Gerónimo Rauch son la pareja protagonista de este musical de Broadway adaptado por primera vez al castellano

Amanda H C
El Teatro EDP Gran Vía acoge el estreno de 'Los puentes de Madison, el musical' con Nina y Gerónimo Rauch

Nina y Gerónimo Rauch protagonizan ‘Los puentes de Madison, el musical’ en el Teatro EDP Gran Vía.

Es una de las historias más famosas de amor del cine, inspirada en la novela homónima de Robert James Waller. Se suna a la larga lista de musicales estrenados esta temporada teatral en Madrid. En el cine recordamos a Clint Eastwood y Meryl Streep, y en el escenario del Teatro EDP Gran Vía, los protagonistas de Los puentes de Madison, el musical que conquistarán al público serán Nina y Gerónimo Rauch.

Por primera vez, se adapta al español este musical estrenado en Broadway en 2014, ganador de 2 premios Tony, con libreto de Marsa Norman, y música y letras de Jason Robert Brown. Y para tal ocasión, avanza un paso más en cuanto a la perspectiva adoptada. Se trata de una reflexión sobre el destino, la libertad de tomar decisiones y la valentía y generosidad de amar, alejada de una visión nostálgica del amor fallido entre esta ama de casa y este fotógrafo que se cruzan tan solo cuatro días en sus respectivas vidas.

Esta producción cuenta con la dirección artística y la escenografía de Alberto Negrin, quien ha configurado una maquinaria escénica y de compleja automatización de pisos para que en el escenario convivan las dos principales localizaciones: la casa de campo de un pueblo de la América profunda y el famoso Puente de Roseman. Por otro lado, la dirección musical de Gerardo Gardelin orienta la historia con ritmos folclóricos, de blues y música country del interior de los Estados Unidos, entre otras melodías.

Teatro Madrid ha charlado con la pareja de cantantes y actores protagonistas, que coinciden por primera vez en un musical, y cuya amplia experiencia en el gremio les avala como dos de los grandes intérpretes de la escena. Lo suyo fue “amor a primera escucha”, comenta Rauch cuando explica cómo se conocieron años atrás. Y esa química y naturalidad se nota, y mucho, en esta obra.

Teatro Madrid. Estamos ante una de las historias más emblemáticas de la historia del cine ¿Qué va a tener de especial esta adaptación en el teatro, qué destacaríais?

Gerónimo Rauch. En los ensayos, hicimos un trabajo muy profundo de entrega, y muy potente, en cuanto a la confianza del uno con el otro. El objetivo de este musical era buscar la verdad sobre todas las cosas, por encima del entretenimiento incluso, y de la escenografía, de la música. Si no hubiera verdad, no podríamos contar esta historia. Además, contamos con un arte vivo y la gente va a venir a ver una función única para ellos. Tenemos una escenografía maravillosa y un elenco increíble y, principalmente, la música expresa muy bien las sensaciones, las dudas y los miedos que tienen estos personajes. Está tan bien escrita y arreglada, que hace que nuestro trabajo sea muchísimo más fácil de lo que parece.

Nina. Hay una relación de base muy potente que se nota a la hora de contar la historia. Queríamos que hubiera mucha verdad y que la gente dijera: estos dos actores son pareja.

Contad un poco sobre la puesta en escena.

G.R. Fue muy impactante cuando nos enseñaron la escenografía. Nunca me hubiese imaginado que este espectáculo fuera por el lado del realismo que estamos usando. Es muy fácil trabajar cuando literalmente estás en el porche de una casa o entras a la cocina, estás en tu furgoneta o incluso pisas el puente.

N. La vimos en vídeo y en diapositivas previamente y nos quedamos muy impresionados. Y verla en la realidad es esencial. En el montaje de Broadway no estaba todo esto y aquí es muy importante. El espectador, por ejemplo, en la escena final, tendrá la sensación de estar dentro del puente por cómo está hecho. La maquinaria es lo más complejo, con muchos pies para el equipo técnico. Tenemos la obra muy rodada y para nosotros, entrar en la escenografía, es amplificar lo que ya tenemos.

El Teatro EDP Gran Vía en Madrid acoge el estreno de 'Los puentes de Madison, el musical' con Nina y Gerónimo Rauch

La dirección artística y la escenografía del musical son de Alberto Negrin y la dirección musical es de Gerardo Gardelin.

¿Este es un musical para los nostálgicos del clásico en el cine o para gente que quiera descubrir esta historia de amor?

G.R. Hay dos objetivos. Para los que ya vieron la película, tenemos que hacer que se olviden de ella. Y para la gente que venga sin referentes, que se entregue fácilmente a una historia que está muy bien contada. Creo que todos terminarán empatizando con cada personaje, no solo con la pareja protagonista.

¿Qué directrices tuvisteis para encarnar a Francesca y Robert?

G.R. Nos hemos enfocado en contar la historia de la manera más fidedigna posible. Entendimos desde el principio que teníamos que trabajar con la verdad porque si no, nos transformamos en parodia o en copia, y por eso también quisimos despegarnos de la película. En mi caso, soy muy lejano a Clint Eastwood, y aquí es Gerónimo poniendo las emociones de Robert.

N. El propio relato nos ha llevado ahí. O pasas por dentro la historia, o esto no se lo cree nadie. Queremos que el espectador viva y sufra no solo por Francesca y Robert, sino también por el marido de ella.

¿Qué ha sido lo más difícil de trasladar al escenario?

G.R. La escena de cama, de amor, que es muy bonita y la hicimos con mucho ensayo y error para que no quedase algo burdo. Creo que la gente va a sorprenderse con la forma tan artística en la que dos personas hacen el amor. Tiene mucho que ver con la confianza que logramos Nina y yo y con el equipo, para poder jugar sin tabú. Fue lo que más tiempo nos llevó porque tenía que ser exquisito, como todo lo que hacemos en este musical, para que no fuera vulgar.

Solo unos días le bastan a Francesca para cuestionarse su vida. ¿El teatro también tiene o puede tener esa función para el público?

N. El teatro tiene la función de hacernos reír o llorar, pero sobre todo, de hacernos pensar y sacudirnos. Y creo que más que nunca por la era digital en la que estamos inmersos, la cual nos lleva a mantener pocas conversaciones con amigos, a no levantar la vista del móvil… Y cuando vienes al teatro a ver una obra así, te das cuenta de que las relaciones se basan precisamente en eso, en mirarnos, en escucharnos y en hablar. En este caso, Los puentes de Madison sirve para ponerte un espejo delante.

El Teatro EDP Gran Vía acoge el estreno de 'Los puentes de Madison, el musical' con Nina y Gerónimo Rauch

El estreno de esta primera adaptación al español de ‘Los puentes de Madison’ será en el Teatro EDP Gran Vía.

Los dos sumáis un personaje más a vuestra carrera. ¿Cómo es esa mirada atrás y cómo os llega este papel ahora?

G.R. Creo que este papel me sube un escalón más en mi carrera y en mi búsqueda de desafíos. Siento que, como dice una de las canciones que interpretamos, va a ser un antes y un después. Todos los papeles que he hecho me marcaron y me potenciaron en algún momento y llegan cuando tiene que ser. Siento que interpretar a Robert me va a hacer crecer como persona y como artista. Ya lo estoy sintiendo.

N. Me llega en un momento muy bonito. Tengo 56 años y la tranquilidad y la quietud que tengo ahora son muy necesarias para hacer este papel. Además, llevaba tres años sin subirme a un escenario y estoy como el niño al que en Reyes le han traído el regalo que había pedido.

Esta adaptación es una reflexión sobre el destino, la libertad de tomar decisiones y la valentía de amar. ¿Quién os gustaría que se cruzase en vuestro destino? Aa quién consultáis las decisiones que tomáis y para qué os gustaría tener más valentía?

G.R. Ya me crucé con la persona que me tenía que cruzar y es la madre de mi hijo y mi mujer, a la que consulto mucho. También a mi maestro de canto, un sabio para mí, a quien me gusta mucho escuchar, a mis padres y a muy buenos amigos con los que comparto incertidumbres. Y respecto a la última pregunta, te diría que yo soy valiente.

N. Hace 20 años, se cruzó en mi camino mi pareja y es a ella a quien consulto todo. Es mi puntal y mi columna. Y yo creo que soy muy valiente. El miedo que siento en la vida es algo muy físico, que tiene que ver con cuidar mi cuerpo porque lo necesito para trabajar. Cuando quiero hacer algo, lo hago, porque la acción es lo que te lleva a conseguir las cosas en la vida. No es cuestión de valentía, sino de ponerte a ello.

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Me siento más a gusto en el teatro que en mi casa.

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