“Volver sobre el corazón” una frase que lo define todo, una frase que se traduce en Re Cordis y que posee aromas de añoranza, conocimiento, memoria, búsqueda… y que da nombre a la función que se traen entre manos Alberto Amarilla, Mabel del Pozo y Alberto Arcos, un ser tricéfalo con el que Teatro Madrid se ha encerrado en el Teatro de las Culturas días antes de su regreso para conocer este viaje interior que vuelve sobre sus pasos para invocar los recuerdos pasándolos por el corazón.
Hemos querido realizar ese mismo viaje para que sean ellos quienes vuelvan sobre sus pasos y que nos descubran cuáles son las claves y qué les llevó a decidir poner en escena Re Cordis, que desde su estreno en el pasado Festival SURGE 2017 ha permanecido latente en la memoria de quienes lo vieron.
“Llevaba desde octubre del 2016 desarrollando el proyecto” nos cuenta Alberto Amarilla ”lo presenté en el SURGE, lo cogieron gracias a Santi Senso y todo se disparó. Comenzamos los ensayos a finales de marzo, fue todo muy intenso porque Mabel estaba con Trainspotting, Alberto estaba con otra función, yo igual y viajando a Andalucía para otro trabajo, momento que aprovechaba para hablar del proyecto con Sergio (Rubio) – Quien firma la dramaturgia junto a Mabel y el propio Alberto- Fue muy locura, pero mereció la pena”.
UN ACTOR, DOS DIRECTORES, TRES DRAMATURGOS Y UNA INFINIDAD DE PERSONAJES.
Lo que a primera vista nos llamó la atención de Re Cordis fue la estructura de su equipo: Tres autores y dos directores para un solo actor “Realmente la raíz del proyecto parte de hablar del nosotros a través del yo, por eso hay un solo actor en escena y muchos personajes. El trabajo es muy coral, hay mucho trabajo de equipo, lo que pasa que está concentrado en un solo actor” comenta Alberto Amarilla.
Re Cordis nos cuenta la historia de un actor con demencia senil que debe rebuscar en los diferentes compartimentos de su memoria para hallarse a sí mismo, su esencia, entre tanto personaje que ha terminado por habitarle.
“Cuesta pensar que en Re Cordis haya un solo actor. Hay algo en Alberto como de constelar, es decir, que cuando él se traslada de un lado a otro del escenario y cambia de personaje, parece que el lugar donde estaba aún permanece habitado por el otro personaje” comenta Mabel del Pozo, codirectora de la función, sobre la forma de trabajar de su compañero. “Es como un ejercicio en el alambre. Un salto al vacío” Añade Alberto Arcos, director de movimiento “Está absolutamente solo, no hay fuegos de artificio, pero él es capaz de dejar esas estelas y de pasar de un personaje a otro con una facilidad pasmosa. Cada personaje le habla. Cada personaje le tira para un lado”.
TODOS SOMOS ACTORES EN LA VIDA.
A la pregunta de por qué el protagonista es un actor, Alberto Amarilla nos explica que “Una de las raíces de este proyecto es reivindicar el punto de vista del actor, por eso el personaje lo es. Todos los miembros del equipo han sido actores y es que la luz había que interpretarla, el espacio sonoro también. Realmente todos, de alguna manera, somos actores en la vida”. Re Cordis supone todo un reto a nivel interpretativo ya que no hay grandes escenografías, ni vestuarios, en los que poder apoyarse. “No hay una escenografía, solo hay luz, sombras y música” explica Alberto Arcos “Alberto tiene mucha imaginación y capacidad actoral y eso lo hace muy fácil y bonito. Su trabajo espacial estructura todo”.
UN BUEN RAMILLETE DE REFERENCIAS Y FORMAS DE PERCIBIR RE CORDIS.
Las referencias sobre las que ha trabajado el equipo de Re Cordis se entremezclan entre la Neurociencia, la teoría de Jung, con El mago de Oz, Peter Pan o Alicia en el País de las Maravillas e incluso referentes teatrales tales como Peter Brook y Anne Bogard. Un abanico de referentes que abre diferentes frentes desde los que ser disfrutada “Es una función que tiene dos capas de combustión bien diferenciadas. Una de combustión rápida, donde reside la comedia y el divertimento, y otra de combustión lenta desde la que todo lo que viviremos durante la función acaba calando en el corazón” nos explica Mabel del Pozo. “Es una obra muy emocional, no es excesivamente cerebral” añade Alberto Amarilla quien, como ya decimos, se encontrará solo en el escenario dejándose habitar por diferentes personajes que harán acto de presencia con un mismo propósito, personajes que incluso hacen referencia a nuestra propia actualidad “Tiene mucha comedia, tiene algo de lo inmediato y entronca con la actualidad. Si la función se hiciera dentro de cuatro años habría que cambiar cosas, hay referentes concretos a la actualidad que tienen su función en la obra; que el público se identifique temporalmente con algo que a lo mejor no es el presente. La obra tiene muchas tomas a tierra, aparentemente más banales, pero que cumplen su función para mantener la propuesta”.
ABRÓCHENSE LOS CINTURONES ¡EL VIAJE VA A COMENZAR!
Alberto Amarilla apunta que «la obra de teatro no es el texto. La estructura de la que partíamos nosotros era el suelo, pero solo eso, es decir, después están los arboles, el cielo… el suelo te sostiene, pero el resto se va creando tras el suelo» algo que además de ser trabajo de escena, en parte es labor del propio espectador que debe dejar fuera las expectativas y permitir ser conquistado “eso cada vez es más difícil» comenta Alberto Arcos «porque estamos llenos de estímulos. Antes llegabas al teatro e ibas limpio, ahora la gente tiene exceso de estímulos. Lo difícil es dejarse arrastrar, pero yo veo que mucho público en Re Cordis está haciendo el viaje”.
Para despedirnos de ellos y dejar que den los últimos retoques a este regreso, que además se materializa en el mismo teatro para el que fue concebido el proyecto, Mabel del Pozo nos da la clave para viajar hacia el interior de Re Cordis “Lo mejor es respirar y dejarse conectar con Alberto porque es con él con quien hay que hacer el viaje, cuando te dejas, él te coge de la mano y todo es muy sencillo”.
Texto José Antonio Alba
Fotos Elisa Sánchez y Diego Conesa
