Alexis Michalik: Una historia de amor

Una historia de amor es un texto precioso de Alexis Michalik que nos habla del fracaso, de los miedos que nos asolan a veces, de lo duro que es lidiar con la pérdida de un ser querido, pero, sobre todo, de AMOR. La bella canción de Charles Aznavour, Y por tanto, sirve de apertura y cierre a una historia que se prolonga a lo largo de los años. Cada uno de los personajes arrastra algún trauma que le paraliza a la hora de relacionarse con los demás, impidiéndole avanzar por miedo a revivir el sufrimiento pasado.

Una obra sumamente emotiva y dinámica cuyo ritmo no decae en ningún momento guiando al espectador por un sendero de emociones que van desde la alegría hasta la tristeza, desde la sonrisa hasta el llanto.

Hermosas interpretaciones entre las que quisiera destacar la de Almudena Cid en un papel que le viene como anillo al dedo al regalarnos un personaje tierno y cándido con un giro inesperado que no revelaré.

No importa si has dejado de creer en el amor o si eres de los que rehúyen de cualquier película pastelosa. Una historia de amor habla del ser humano, hablándonos de ese instinto natural que llevamos dentro de nosotros, haciéndonos avanzar y renacer de nuestras cenizas.

El director teatral francés, Alexis Michalik, es conocido por una característica visión cinematográfica de la escena, como él mismo relata y acompasado por su mismo elenco de actores. "Todo debe estar en continuo movimiento, como la vida misma". Así es que su propuesta, que se estrena estos días en los Teatros del Canal, Una historia de amor, consigue todo eso fresco, liviano, comercial, que convierte al teatro en ocasiones en batuta para el entretenimiento. Y es una función que las artes escénicas también deben de cumplir, es legal. Es necesario. Con una "tropa", como el mismo lo llama, de intérpretes conocidos por la televisión y con una Almudena Cid exultante en su nueva faceta como intérprete, haciendo un sin fin de papeles a lo largo de la trama, al tiempo que no pierde fuelle para ponerse puntillas y rememorar sus tiempos como gimnasta de élite, esta obra ayuda a desconectar en la butaca, también echar alguna carcajada, y deja pasar el tiempo a gusto y sin grandes sobresaltos.