¿Cómo sería participar en una cena en la que cada comensal lleva a un supuesto idiota para que todo el mundo se ría de él sin que lo sepa?
Así en crudo, la premisa es bastante chunga. Da repelús solo de pensar en que pueda existir en este planeta alguien tan imbécil como para divertirse descaradamente a costa de los demás. Pero oye, si lo llevas al teatro en clave de humor, la cosa cambia… ¡y para bien!
El cartel nos ofrece unos nombres conocidos como Felisuco o Santiago Urrialde, que mantienen bien el tipo en el escenario y nos harán sonreir en más de una ocasión. Pero quien se lleva la palma, las risas y prácticamente todo el peso del humor, es Manu Badenes, que actuó como sustituto de Javier Losán en la función del pasado 4 de Octubre. Enorme su trabajo y su capacidad de hacer reír.
El ritmo durante toda la obra es frenético, y no son pocas las veces en las que te gustaría dar un bofetón al pobre idiota por sus meteduras de pata, o coger del cuello a su anfitrión, por la vergüenza ajena que provoca su actitud. Típica sensación de amor y odio que no siempre funciona, pero en este caso lo hace a la perfección.
Estupenda y recomendable para ver con los amigos y la familia, siempre teniendo en cuenta que es apta para mayores de 18 años.