Dentro del ámbito de las artes escénicas dice haber hecho casi de todo, hasta barrer el escenario. La dramaturga Ana Graciani, presidenta del comité organizador de los Premios Max, atesora una dilatada experiencia como profesional del sector, que ahora representa también como directora institucional de Artes Escénicas en SGAE.
TeatroMadrid ha conversado con Ana Graciani días antes de la celebración en Cádiz de la 26 edición de la Gala de los Premios Max, en la que se dará a conocer a los ganadores.
Autora, directora, gestora cultural, docente, productora de artes escénicas… ¿Qué tomas de toda esta experiencia profesional para abordar tu tarea como directora institucional de Artes Escénicas en SGAE y presidenta del comité organizador de los Premios Max 2023?
El teatro lo he conocido desde muchos lados; menos subirme a interpretar, he hecho prácticamente todo, hasta barrer el escenario. Lo que más me siento es dramaturga, autora y escritora, pero digamos que toda esa trayectoria me ayuda a conocer bien el sector y su funcionamiento; y conocerlo dentro y fuera de España —porque también me he dedicado a hacer giras en el extranjero— y saber las particularidades y necesidades que tienen en sí las artes escénicas y los profesionales que las conforman. Me ayuda a tener una visión un poquito más amplia.
¿Qué objetivo os habéis propuesto este año para la celebración de los Premios Max?
Los Premios Max cumplen 26 años —el año pasado celebramos las bodas de plata, nuestra gran celebración—, ya somos adultos. Las artes escénicas, en todo el conjunto del Estado español, aparte del gran talento que hay en ellas, tienen una gran capacidad de atraer y de comunicarse con la sociedad.
Hay una encuesta de hábitos y prácticas culturales que refleja que más del 25% de la población había ido a ver un espectáculo por lo menos una vez al año en este país. Pero, ¿qué ocurre? Luego esta realidad no se corresponde con su presencia en los medios de comunicación ni incluso en las estrategias político-culturales.
Entonces, digamos que los Premios Max tienen un doble objetivo, un doble compromiso. Por un lado, luchar contra esta especie de clandestinidad y reconocer el esfuerzo y el talento de tantos profesionales, y visibilizarlo y promoverlo; y por otro lado, que está también muy relacionado, hacer llegar a la sociedad, al público general, la realidad de lo que son las artes escénicas.
Con los Premios Max conseguimos que en unos días, en unas semanas, en los medios de comunicación que no son especializados —radio, prensa, televisión pública— se hable de teatro y de danza. Y de esta manera también se facilitan oportunidades para que a personas que no suelen acudir al teatro, a través de los medios de comunicación, se les pueda despertar cierto interés.
De hecho, por primera vez se entregará el Premio Max aplauso del público.
Es un premio nuevo que nace este año. Ya tuvimos un premio del público pero la metodología para concederlo no era la más adecuada y lo dejamos descansar un par de años. Le hemos dado muchísimas vueltas porque es complicado.
En artes escénicas no pasa como en el cine que en cualquier pueblo o ciudad de España puedes ver la misma cartelera. El teatro, aunque sea un arte itinerante, no llega a todas partes por igual, entonces es muy difícil premiar lo que tiene un gusto más popular o que llega a más gente. Pero siempre nos ha parecido muy importante que ese teatro más popular tenga también su espacio en los premios.
Entonces, entre los 10 espectáculos que tienen mayor respaldo del público las cinco pasadas temporadas, el último jurado —el que designa a los ganadores— elegirá al que considere que tiene una mayor calidad artística o técnica.
Vamos a ver cómo funciona. De todas maneras, los Max son unos premios vivos; los premios nunca son perfectos porque tienen cierto carácter subjetivo y estamos siempre abiertos a que nos propongan mejores formas de hacer las cosas, a valorarlas y a cambiarlas. No es algo inamovible. Nuestro reglamento va cambiando año a año.
La Gala de los Premios Max 2023 se celebrará en el Teatro Falla de Cádiz el 17 de abril.
Este año se han inscrito 529 espectáculos de los que 168 resultaron candidatos. De entre ellos, solo 44 montajes han llegado a la última fase, congregando un total de 60 finalistas. Habéis anunciado que son cifras récord.
Son cifras récord en el número de inscritos, incluso a pesar de que hemos vuelto a poner las exigencias del número de funciones que habíamos suavizado durante los años de pandemia. Imagínate, para ganar un Premio Max hay que pasar por tres fases de jurados diferentes, conformados por profesionales de muy distintos ámbitos, de distintas sensibilidades. De cada categoría, a finalistas llegan tres y a ganador llega uno. Es muy complicado ganar un Max.
¿Qué puede suponer para un artista recibir un Premio Max de las artes escénicas?
A nosotros nos crea cierto orgullo cuando los Premios Max sirven para despertar el interés, ya sea de profesionales en concreto o de espectáculos para que les valga para su desarrollo y proyección. Es el sentido principal de los premios. Y le damos mucha importancia a la descentralización. Los espectáculos no pueden verse en todos los sitios, no todo ocurre en Madrid y en Barcelona, y estos premios están abiertos a reconocer el talento creativo allá donde surja, independientemente del territorio o de la lengua. Por eso en el jurado siempre hay una diversidad territorial importante para que tenga la misma oportunidad un espectáculo de calidad que haya nacido en cualquier parte del territorio español.
En ese sentido, también hay una descentralización en la celebración de la Gala. Este año toca en Cádiz.
Sí, sí, tenemos una voluntad itinerante. Hemos pasado ya por 14 ciudades diferentes —y no solo porque nos guste mucho viajar y conocer los teatros más hermosos de España, que también— porque es una ocasión estupenda para llamar la atención sobre los distintos modos y costumbres artísticas y la diversidad del talento de cada territorio. Este año será una gala muy gaditana.
¿Nos puedes revelar alguna de las sorpresas o novedades de las que podrá disfrutar el público en la Gala del 17 de abril en Cádiz?
Por ahora puedo decir poco. Los directores son dos titanes, Ana López Segovia y José Troncoso. Sí te puedo decir que será una gala repleta de talento, principalmente gaditano, con un tono muy hermoso, muy evocador, muy emotivo, pero sobre todo, como no puede ser de otra manera en Cádiz, va a ser un Gala muy muy divertida. Siempre decimos que nuestras galas no son entregas de premios al uso, sino que son galas de autor. Somos la Sociedad de Autores y Autoras y no podría ser de otra manera. Ya se sabe que este año el Premio Max de Honor lo recibirá el grupo Tricicle, y el Premio Max de carácter social se entregará a Payasospital, por sus 25 años de trabajo en los hospitales pediátricos de la Comunidad Valenciana.
¿En qué estado de salud consideras que se encuentran las artes escénicas actualmente?
Siempre en crisis, desde hace 3.000 años [risas]. Lo que hemos comentado: el teatro y la danza son artes inmortales pero nunca tienen la repercusión que se merecen; nunca tienen las estrategias políticas que se merecen; nunca tienen el lugar en la educación reglada de nuestros colegios e institutos que se merecen. Y pese a todo, el público sigue yendo al teatro. Parece ser que ya después de los durísimos años que se han vivido en la pandemia, los número vuelven a acercarse a los tiempos prepandémicos. Todavía no llegamos, pero mira el número de espectáculos que se hacen. El teatro está tan vivo como siempre y tan enfermo como siempre.
