El Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid intenta establecer puentes con Latinoamérica bajo el concepto ‘Hispanidad’, pero ¿es un concepto con el que las personas latinoamericanas se sienten identificadas? ¿se siente este apoyo institucional desde el punto de vista artístico? Nos sentamos a hablar para comentar los retos del teatro latinoamericano en España con Fernando Ferrer, director y dramaturgo de Lavapiés, Laura Pacas, directora de Arrancamiento y la compañía Sutottos que vuelve a Teatro del Barrio con Inestable y para estrenar su nuevo espectáculo: Perdón.
‘Arrancamiento’ cuenta la historia de madres luchadoras, hijas e hijos desdibujados, padres abusadores y jueces que perpetúan esta tortura.
La conversación arrancó con las diferencias en los modos de producción entre Latinoamérica y España. «Nosotros, en el sur, no tenemos ni programación, ni dinero, ni nada seguro… y lo hacemos igual, casi como una necesidad biológica» comentó Ferrer. Adaptarse a la producción en Madrid, donde «se espera tener atado alguna ayuda, un dinero o una sala», ha sido todo un aprendizaje.
Desde su particular mirada cómica, la compañía Sutottos también destacó el contraste entre los circuitos teatrales de Argentina y España. «En Argentina todo es más caótico, pero también más libre», comentaron. Además, hicieron hincapié en la diversidad de públicos que han encontrado en España. «Lo interesante es que, a pesar de las diferencias culturales, la risa es un lenguaje común. Inestable, por ejemplo, habla de miedos que todos compartimos, sin importar de dónde vengas», señalaron.
Laura Pacas, salvadoreña afincada en Madrid, añadió que la temática de las obras también juega un papel crucial en la dificultad para encontrar espacios de programación. Arrancamiento denuncia la violencia institucional que sufren las madres que denuncian abusos sexuales contra sus hijos e hijas, y muchas veces la contundencia del mensaje cierra puertas. «Teatro del Barrio fue el espacio que confió y nos apoyó», afirmó.
Otro punto clave de la charla fue la falta de apoyo institucional a la presencia del teatro latinoamericano en España. Ninguno de los participantes sintió haber sido convocado o interpelado por las campañas de «unificación cultural» promovidas por la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. «Nosotros estamos totalmente metidos en España, en Madrid, vivimos acá, nos desarrollamos afectiva y profesionalmente hablando», reflexionó Ferrer, subrayando que el verdadero puente cultural se construye desde el escenario.
Laura Pacas coincidió en que el respaldo institucional a artistas latinoamericanos sigue siendo escaso, y que los espacios independientes como el Teatro del Barrio juegan un rol fundamental al abrirles las puertas.
El concepto de ‘Hispanidad’ también generó debate durante la charla. Cuando se les preguntó si se sentían parte de esa narrativa que a veces se impulsa desde las instituciones españolas, la reacción fue de desconcierto. Para ellos, la conexión entre Latinoamérica y España se construye en el día a día, desde el escenario y la creación colectiva, más allá de etiquetas políticas o históricas.
En cuanto a los retos, todos coincidieron en la necesidad de ampliar los espacios y oportunidades para el teatro latinoamericano. «El reto es entrar por esta hendidura y ensancharla», afirmó Pacas, abogando por una mayor representación de las historias centroamericanas. Ferrer se sumó a esta idea, destacando que «el mayor desafío es encontrar espacios que sostengan un producto artístico independientemente de la convocatoria».
La charla terminó con un mensaje claro: el teatro latinoamericano en España sigue abriéndose paso, con esfuerzo, pasión y una enorme necesidad de contar historias que remuevan conciencias y crucen fronteras.
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