José Luis Arellano, director de ‘War & Love’, la nueva obra de LaJoven. Fotografía: David Ruano
El primer estreno absoluto de LaJoven esta temporada será también el primero del nuevo año para la compañía. El grupo se encuentra ya inmerso en los ensayos de War & Love, producción que llega en enero al Teatro Fernando de Rojas en el Círculo de Bellas Artes, con funciones matinales para jóvenes estudiantes y 3 únicas citas para público general: los días 14, 20 y 21. La obra cuenta con la dramaturgia de Carlos Be, inspirada libremente en Guerra y Paz de Tolstói y, de nuevo, con la dirección de José Luis Arellano.
Los 7 de París son los protagonistas de esta historia ambientada en un futurible con paisaje europeo que vuelve a poner sobre la mesa cuestiones actuales del mundo, de las guerras y de las sociedades en las que vivimos. Su tono visionario sirve para plantear algunas reflexiones y para que el público compruebe que “en la función, se plantean temas de un futuro imposible. Algunos de ellos se están cumpliendo y otros esperemos que nunca lo hagan, ya que me da miedo que el futuro se parezca al pasado”, comenta el director en una lectura de la obra con el equipo artístico.
‘War & Love’ está escrita por Carlos Be, con inspiración libre a partir de ‘Guerra y Paz’ de Tolstói. Fotografía de Ilde Sandrin
Con esta pieza, se renueva el equipo actoral de la compañía y, esta vez, el protagonismo en el escenario lo tendrán Isabel Genis, Raúl Martín, Leyre Morlán, Alejandro Navarro, Pablo Neira, Javier Orán y Mar Roldán. Sus personajes forman parte del MANIFESTA, un encuentro europeo de jóvenes que, en su sede parisina, recrea una simulación del Parlamento Europeo en la actualidad. De esta forma, LaJoven continúa indagando sobre este continente, ya que “nos hemos seguido preguntado qué es Europa para nosotros; qué está siendo ahora o qué significa pertenecer a un sitio por haber nacido aquí. Un lugar con banderas, monedas y culturas comunes”, indica Arellano.
War & Love elabora un mapa temporal sobre la parte humana y social de la política y se estructura en dos partes muy diferenciadas en todos los sentidos; París en 2023 y Moscú en 1812. Para ello, en cuanto a escenografía, Silvia de Marta ha ideado un módulo de palacios de la vieja Europa. Para la primera parte incluye detalles parisinos, como un cuadro de Napoleón o una imagen del Sagrado Corazón, “que representan un mundo lleno de imágenes que pasan rápido, un recuerdo muy cercano a Instagram, por ejemplo, a modo de juego, de algo no tangible, y cuyas constelaciones cambian enseguida”. En la segunda parte, la de la literatura y la guerra, Napoleón descenderá del caballo, se hará más cercano y real y su animal quedará dibujado solo “en un cielo de tormenta, pero también de esperanza y de nuevos aires”.
Los protagonistas son los 7 de París, jóvenes europeos reunidos en un evento llamado MANIFESTA. Fotografía de Ilde Sandrin
En vestuario, Clara Garrido Pascual mostrará la diferencia entre la actualidad y la época napoleónica, con un abismo “entre el recuerdo de un tiempo pasado sin que suene a fantasía -porque todo está documentado a nivel histórico-, y un futuro inmediato con el que el público se sienta relacionado y que pueda situar”.
Otros detalles que conformarán el díptico artístico tienen que ver con la música y con las notificaciones a modo de dominio, con un ruido que se emite para controlar a la sociedad, ya que hemos aprendido que un sonido tiene un significado concreto. “Nada en el mundo suena mejor que un match”, dice uno de los personajes. En paralelo, Alberto Granados, responsable de la parte musical y sonora, cuenta con otras referencias, como el Canon de Pachelbel o la Obertura de Chaikovski, además de otras músicas.
La obra se representará en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes en enero. Fotografía de Ilde Sandrin
Pasado, presente y futuro se dan cita en una obra que habla de la historia escrita por millones de personas muertas y de un momento en el que el bombardeo de imágenes y noticias en redes sociales puede ocasionar la distorsión de la realidad. Tanto, que una de las frases que contiene el texto no parece nada lejana: «No creí en la guerra y la guerra me hizo creer en ella». Aprendamos con el teatro a no volver atrás.
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