La 21ª Edición de los Premios MAX, celebrada en el Cartuja Center Cite de Sevilla estuvo presentada por la actriz Cristina Medina y dedicada al Público, ese mismo al que RTVE dejó sin una retransmisión en directo de la gala, relegándola a un diferido que comenzó pasadas las 23,30h. La ceremonia de entrega fue el primer acto en el que hemos podido ver al nuevo Ministro de Cultura, José Guirao quien dijo que su presencia “Es un reconocimiento, una forma de acompañar y apoyarlos, porque esta noche se reconoce el trabajo de todo el año».
Esta edición ha sido una de las más repartidas en cuanto galardones, marcando como claro vencedor el espectáculo de danza La desnudez de la Cía. de Daniel Abreu con tres manzanas, Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Coreografía y Mejor Intérprete Masculino de Danza para Daniel Abreu. Seguido por dos espectáculos que se alzaron con dos premios MAX cada uno: Solitudes de Kulunka Teatro, logrando el galardón a Mejor Espectáculo de Teatro y Mejor Composición Musical para Luis Miguel Cobo, y Fairfly de La Calòrica y Teatre Tantarantana, que logró una manzana como Mejor Espectáculo Revelación y otra para Joan Yago como Mejor Autoría Revelación, quien reivindicó, en su discurso de agradecimiento, la libertad de expresión.
En el terreno de la interpretación, además del ya mencionado a Daniel Abreu por La desnudez, los ganadores fueron, una emocionadísima, Pilar Gómez como Mejor Actriz Protagonista por Emilia de Teatro del Barrio, Nacho Sánchez como Mejor Actor Protagonista por Iván y los perros y Eva Yerbabuena como Mejor Intérprete Femenina de Danza por Apariencias. Y donde el galardón a la Mejor Dirección Escénica recayó en Julio Manrique por L’ánec salvatge quien aprovechó para pedir libertad política y sin mordazas.
El momento más emocionante de la noche corrió a cargo de José Sanchis Sinisterra para quien se entregaba el Premio Max de Honor de manos de Venónica Forqué, su Carmela por excelencia, «Este premio no es para mí, sino para aquellos muchos que me habitan y que hoy me acompañan” dijo un agradecido y humilde Sanchis Sinisterra, quien tuvo un momento de recuerdo para los grandes, pero también para todos aquellos que han querido aprender junto a él “creo que no me honra solo a mí. Yo solo soy el eslabón de una cadena».
Este año se ha contado por primera vez con el Premio del Público, dando la posibilidad a los espectadores para votar por su espectáculo favorito, otorgándole una mención especial. Joc de xiquetes se alzó con el galardón. “Ya tenemos un MAX, ahora esperamos tener trabajo” proclamaron al recoger el premio.
En el apartado técnico, siguiendo la tónica de la noche, estuvo muy repartido. Elisa Sanz ganó como Mejor Diseño de Espacio Escénico por Bodas de Sangre, María Araujo como Mejor Diseño de Vestuario por Ricard III y Lola Barroso el de Mejor Diseño de Iluminación por Furiosa Escandinavia.
Las autorías recayeron este año en Borja Ortiz de Gondra por Los Gondra (Una historia vasca) como Mejor Autoría Teatral y el de Mejor Adaptación o Versión de Obra Teatral fue para Ángel Solo y Adolfo Fernández, por En la orilla.
Y los MAX para los Mejores Espectáculos Musical, Infantil, de Calle y Aficionado o de Carácter Social fueron a parar, respectivamente, a Tic-Tac del Institut Valenciá de Cultura y Diputació de Valencia, Kiti Kraft de Bambalina Titelles, Meeting Point de Ertza y Danza Mobile.
Una vez más, al finalizar la entrega y reflexionar sobre ella, viendo las ausencias y la imposibilidad de poder llegar a ver ciertos espectáculos que nacen y mueren en un mismo espacio; nos quedamos con las ganas de ver si en algún momento las instituciones públicas harán algo para dar un paso más allá y lograr facilitar que los espectáculos salgan, giren, se muevan y rompan ese inmovilismo territorial que hacen de estos galardones algo tan cercano y, a la vez, tan terriblemente lejano para el amante del teatro.
Texto José Antonio Alba
