DÄMON. El funeral de Bergman – Angélica Liddell
19/09/2024
Angélica Liddell o estupor constante
Lo confieso. Soy uno de los pocos que aún no habían visto a Angélica Liddell en escena pero cuya aureola fantástica sobrepasaba cualquier imagen que pudiera tener este pobre mortal que escribe. El desconocimiento de lo que iba a ver me ayudó a contemplar la obra con los ojos de un niño. Sin pensar en el significado que pudieran tener las sucesivas escenas, algunas innecesariamente largas, vi una sucesión de situaciones jocosas, otras ofensivas, otras surrealistas como un dibujo animado, otras escatológicas; pero todas teñidas de una pátina de sinceridad, de crudeza, de espontaneidad y de humidad. Angelica Liddell no deja indiferente a nadie. Puede gustar, cansar, disgustar, ofender, agradar, caer bien, caer mal e incluso todo a la vez. […]
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