David Puerto: Probando "BIEN"

David Puerto nos presenta su nuevo trabajo, una mezcla entre la habitual improvisación en su interacción con el público y, el monólogo desde el punto más intimista del cómico. Un espectáculo en el que nos invita a mirar el vaso medio lleno, a aceptar el lado bueno de las cosas, las relaciones, la cotidianeidad, etc.

Acompañado de su guitarra o de una base rítmica combina su humor con el canto, con la improvisación más disparatada, haciendo del espectáculo una mezcla de momentos, sensaciones y, sobre todo buen humor.

Ver despertar a David puerto en su faceta más monologuista, es una experiencia que no debes perderte, su capacidad para la comedia, introduciéndonos de lleno en las experiencias cotidianas, en vivencias que todos compartimos, para acabar arrancando carcajadas cómplices con el público.

Y, como no, seguir disfrutando de su talento para la improvisación y la comedia, a través de la interacción con el público al que es capaz de exprimir para conseguir una simbiosis perfecta.

En definitiva, una experiencia muy recomendable, fresca y divertida que te mantendrá pegado al asiento hasta el final.

Mal, regular, bien, muy bien, excelente... Pudiendo elegir cualquier tramo de valoración para ponerle título a su show, David Puerto elige el de BIEN. ¿El motivo? Reflexionar sobre que no siempre podemos hacer las cosas de la forma más correcta, aunque lo intentes...

Con esta premisa, el cómico ya se cubre las espaldas por si algo no sale como hubiera deseado... Y es que en este espectáculo cualquier cosa puede pasar. El público y sus historias son los grandes protagonistas. Y todos sabemos que, depende de la materia prima, es más o menos fácil fabricar abrigos de calidad...

Pues BIEN, David Puerto lo consigue. Crea un clima calentito, de risas y carcajadas, donde te sientes como en casa. Aunque a veces te meta caña, se ve que lo hace con el cariño de un colega al que no puedes odiar. A los chistes les suma música, improvisación, juegos... e incluso momentos en los que alterna su profesión de cómico con la de operador de cámara. Un poco torpe, eso sí... Pero que suma puntos para que las preguntas-respuestas con el público sean aún más divertidas.

El autor dice que el formato está aún en período de prueba... Y nosotros fuimos a la segunda función, con el bebé aún en la sala de neonatos... Pero, algo nos dice que si sigue por este camino, este cómico que ya triunfa por redes sociales se tendrá que ver obligado a añadirle un "MUY" gigante al nombre del show.

Es evidente que David Puerto tiene ya muchas tablas encima del escenario. Sabe muy bien cómo manejar a su público con el que interactúa constantemente y le cede el protagonismo durante tiempos muy marcados por un cronómetro. Juega también con lo audiovisual con una cámara manejada por él mismo con la que va centrando la atención en los diferentes asistentes con los que hace el crowdwork. Una incorporación técnica que ha dado muchas risas en este estreno donde demuestra que es un cómico 360.

Además de “cámara”, su faceta de monologuista reluce mucho con unos textos que buscan esa complicidad cómica con los otros, ya que apenas se otorga el protagonismo del Stand Up clásico. Por supuesto, la improvisación la tiene como base y la lleva por bandera como seña de identidad y una de sus distinciones que le han hecho conocido en este mundillo, gracias también al altavoz de las redes sociales.

La parte musical aporta mucho ritmo y frescura. Las canciones han sido una muestra más de la conexión y el buen ambiente que mantiene en el teatro. Siempre es muy agradecido una batería de chistes al son de una guitarra.

Junto con las risas y la proactividad de su público fiel, me quedo con el mensaje final que hace honor al nombre del espectáculo: nadie hace nada siempre bien, pero lo importante es hacerlo y probar.