Carpe diem

Desde que en el siglo XX, el compositor alemán Carl Orff pusiera música a una serie de poemas medievales creados por los goliardos (clérigos de vida licenciosa), algunas de las melodías de Carmina burana han terminado convirtiéndose en himnos indiscutibles del repertorio musical. Quien se acerque a este excelente montaje de La Fura dels Baus encontrará un espectáculo total y catártico en el que la mejor música convive con lo mejor de la transgresora compañía catalana (fusión de performance, cine y ruptura de la cuarta pared). Danza y expresión corporal, una orquesta en vivo son la columna vertebral de esta función destinada a no dejar indiferente a nadie. Todo ello se logra mediante la estimulación de los sentidos en un despliegue de luces, aromas y colores que nos invitan a gozar de los diversos placeres que nos brindan la vida, el cosmos y la naturaleza, representada esta última por un coro de ninfas que caminan entre el patio de butacas. Tempus fugit, carpe diem y la mutabilidad de la Fortuna son los principales temas de un espectáculo único que no debes perderte. Lo clásico y lo innovador, lo cristiano y lo profano, lo vulgar y lo sagrado, monjes y sacerdotisas. Es este el particular juego de espejos que funciona a lo largo de Carmina burana, cantata en la que la lengua latina adquiere dimensiones universales gracias al lenguaje corporal y el de la música.