El Teatro Real ha presentado su nueva temporada con una programación que combina riesgo, diversidad y una mirada decididamente contemporánea. Joan Matabosch, su director artístico, ha desgranado una propuesta que huye de lo previsible para adentrarse en territorios menos explorados del repertorio lírico, sin dejar de lado los grandes títulos. Con autores como Shakespeare, la figura mítica de Barbazul o creadores de la escena actual, el Teatro Real se reafirma como un espacio abierto al contraste, el diálogo entre épocas y la pluralidad de lenguajes. Algo que se espera de los espacios públicos y que, por desgracia, no es algo tan común en la escena madrileña.

Imagen de ‘El mandarín maravilloso’ Fotógrafo: © Matthias Baus | Theater Basel
Barbazul y Shakespeare como pilares escénicos
La nueva temporada del Teatro Real de Madrid promete un despliegue de títulos que combinan grandes clásicos con gemas poco conocidas. En el centro del programa se sitúa una nueva producción de El castillo de Barbazul, de Béla Bartók, donde el castillo se convierte en una metáfora del alma del protagonista. A medida que Judit —la sexta esposa— atraviesa las puertas del castillo prohibido, no solo descubre los restos de las mujeres anteriores, sino también, tal y como detalla Matabosch «los rincones más oscuros del ego masculino como el sadismo, la necesidad de dominio o la posesión». En esta lectura, Bartók no solo revisita el cuento de Perrault, sino que construye una reflexión sobre los límites del amor y la intimidad en la pareja: ¿puede sobrevivir el amor cuando se exige conocerlo todo del otro?.
En contraste, Ariadna y Barbazul, de Paul Dukas presenta a una protagonista que busca activamente la verdad sin dejarse arrastrar por los rumores. Ariadna encuentra vivas a las cinco esposas anteriores de Barbazul, y trata de liberarlas, mostrándoles la luz y la posibilidad de la libertad. Pero la ópera plantea una paradoja inquietante: no todas desean ser liberadas. En palabras de Messiaen, discípulo de Dukas y apasionado defensor de esta ópera:
«Es una obra sobre el demonio de la costumbre que nos lleva a preferir los sufrimientos que conocemos a las alegrías que no conocemos»
Ambas óperas, con sus perspectivas contrastadas componen un díptico de enorme profundidad sobre la identidad femenina, la opresión, la libertad y el miedo a lo desconocido. Y aún habrá una tercera aproximación al mito, esta vez en formato de cuento musical para público infantil y escolar, dentro de la programación de El Real Teatro del Retiro, con dirección de Miguel Cubero.
El universo de William Shakespeare también será uno de los ejes destacados de la temporada. Con cuatro óperas y un ballet que exploran su legado desde estéticas muy diversas: Otello de Verdi regresa con una nueva lectura dramatúrgica que ahondará en los celos, el poder y la violencia desde una perspectiva contemporánea. La reina de las Hadas de Purcell y El sueño de una noche de verano de Britten, harán descubrir una nueva perspectiva de este clásico. El amor vuelve a escena con el Ballet Real de Suecia que presentará una coreografía de Mats Ek basada en la tragedia shakespeariana que ya apunta maneras con el orden nominativo del título: Julieta y Romeo, , mientras que Romeo y Julieta de Gounod, mantiene las escenas más icónicas y añade otras ausentes en la obra. Completa este recorrido Giulio Cesare de Händel, que según reza la sinopsis «atesora la virtud de encadenar un aria extraordinaria tras otra, desplegando una gama expresiva, prácticamente infinita que convierte los amores de Julio César y Cleopatra, en un menú musical, lleno de contrastes, matices y sorpresas«.
Recuperaciones históricas: Verdi, Mascagni y Massenet
Una de las grandes apuestas de la programación será el rescate de óperas prácticamente ausentes de los escenarios. Es el caso de I Masnadieri, de Giuseppe Verdi, que se presentará en versión de concierto. También se reivindica Iris, de Pietro Mascagni, con la batuta de Daniele Callegari. Iris se aleja del verismo más conocido de Cavalleria Rusticana para acercarse a una exploración espiritual y simbólica del deseo y la redención. Esta obra que consiguió un gran prestigio, puede que hubiera continuado siendo una ópera de un éxito enorme si no fuera porque Puccini, pocos años después, compuso Madame Butterfly, que está inspirada totalmente en esta obra. Con Gregory Kunde y Carmen Solís en el reparto, será uno de los acontecimientos líricos de la temporada.
Además, Matabosch ha anunciado el regreso de títulos masivos como Carmen, en una producción procedente del Covent Garden que plantea una relectura en clave contemporánea, donde Don José queda atrapado entre las imposiciones sociales y la libertad radical encarnada por Carmen.

Imagen de ‘Carmen’ Fotógrafa: © 2024 Camilla Greenwell | RBO (Aigul Akhmetshina, Carmen)
Grandes nombres de la escena teatral
Hay dos estrenos absolutos que vienen de la mano de grandes creadores de la escena a nivel teatral: Enemigo del pueblo, una ópera de gran formato compuesta por Francisco Coy con libreto basado en el texto de Henrik Ibsen, adaptado por Àlex Rigola. Aunque la obra de Ibsen se estrenó en 1883, su conflicto central -la colisión entre el bien común, los intereses particulares y la manipulación de la opinión pública- sigue plenamente vigente.
La primera incursión en la ópera de Nao Albet y Marcel Borrás -grandes conocidos de la escena teatral contemporánea- es el segundo estreno del Teatro Real. Los Estunmen, con la dirección musical de Fernando Velázquez -compositor de un centenar de bandas sonoras- reflexiona sobre la figura del héroe a través del mundo de los especialistas de cine, proponiendo un recorrido desde los mitos clásicos hasta el concepto contemporáneo del heroísmo.
No pasa desapercibido también que la dirección de escena de Ariadna y Barbazul corre a cargo de Àlex Ollé de La Fura dels Baus.
Danza: clásicos reimaginados
Además del ya citado Julieta y Romeo, la temporada de danza incluirá la esperada visita de la compañía de Matthew Bourne, que presentará su relectura de El lago de los cisnes. Esta versión, estrenada en los años 90, revolucionó el ballet clásico al sustituir el cuerpo de baile femenino por un conjunto de cisnes masculinos.
El Ballet Nacional de España también estará presente con un homenaje a José Granero, sumándose a una programación de danza que busca equilibrio entre la fidelidad al canon y la ruptura con él.
Puedes consultar toda la programación del Teatro Real aquí.