Tras un cartel que, a mi gusto, no hace justicia, se esconde una obra intrigante, misteriosa, con grandes dosis de humor y toneladas de reflexión. Los primeros cinco minutos se me hicieron eternos. Temí haberme atrapado en uno de esos espectáculos con los que no conecto en absoluto. Pero no. ¡Qué maravillosa sorpresa! Se fueron sucediendo los minutos y cada vez me enredaba más en la trama, repleta de diálogos increíbles. Lo confieso, tengo predilección por las obras en verso contemporáneas. Me reconcilian con los tediosos tochos que me hacían leer en la E.G.B., que ni entendía ni me gustaban. Pensaba que el verso no era para mí, hasta que fui descubriendo textos como este en los que cada palabra […]