[Des]Encuentros

Dos desconocidos se encuentran. Se encuentran porque han quedado. Una escena sencilla, con un ritmo tranquilo que rápidamente da paso a una transición rítmica, coreográfica y animada para llegar a otra cosa totalmente diferente. Empieza una montaña rusa trepidante de múltiples personajes, tiempos pasados y tiempos presentes, espacios diversos,... ¿en común? La relación entre dos personas.

Con un escenario prácticamente vacío viajamos, gracias al trabajo físico de los intérpretes ( Anabel Riquelme y Jesús Luis Jimenez) a un verano en el pueblo, con el cine, el río, las paseos en bici,... A una discoteca, a una oficina, entramos a casas particulares, bares, supermercado...Y si sumamos la multiplicidad de personajes diferentes que encarnan, muy bien trabajados, al final de la partida hemos asistido a un buffet libre de posibilidades, [Des]Encuentros entre personas donde hay tantas opciones que alguna encontraremos que nos encaje perfectamente con nosotros, otras que no nos digan nada, otras que nos puedan sorprender... Esto va de relaciones, que existen casi tantas como personas y aquí hay una muestra suficiente extensa.

A destacar, como ya he avanzado, el trabajo de cuerpo. No pierden el ritmo ni un momento, las transiciones están vivas y también forman parte del espectáculo, cada movimiento y desplazamiento está medido y es limpio. Muy cuidado todo el trabajo físico y del espacio. Y, aun así, sin perder el juego.

Obra sencilla y entretenida, agradable de ver, con espacio para risas, para sentirse identificada, para entrar en las vidas de otros que ni nos imaginábamos,...y para disfrutar, dejándose llevar por la cascada de propuestas encadenadas de principio a fin.

Un regalazo es [Des]encuentros, una obra  dirigida por Alejandra Jiménez-Gascón, a quien siempre recordaremos por Blanca desvelada, obra que vimos varias veces y repetiremos cuando tengamos ocasión.

Aun siendo una obra totalmente diferente, [Des]encuentros, lleva el sello de Alejandra con sus cambios temporales, sus matices, su especial sensibilidad al llevar un texto a escena.

[Des]encuentros es una obra fresca, divertida y a la vez triste y reflexiva. Son desencuentros pero también encuentros y re-encuentros. Son parejas  que se encuentran, reencuentran, buscan o se separan. Se presentan situaciones cada una de la cuales podría ser una obra completa pero la dejan abierta o la cierran con finales inesperados. Los cambios de escena se suceden con mucha agilidad con pequeñas modificaciones en el vestuario y un tiempo perfectamente milimetrado. La música que acompaña es absolutamente necesaria durante los cambios y es más que adecuada.

Las parejas son Anabel Riquelme y Jesús Luis Jiménez y representan a 8 personajes cada uno. Entre ellos se establece una relación, un vínculo que hace muy creíble cada una de las situaciones. Especialmente sorprendente es la capacidad que tienen ambos para imitar acentos y registros diversos que dan personalidad al personaje y favorece su identificación. Escenas absolutamente hilarantes se alternan con otras surrealistas, dramáticas, tristes o emotivas. Una variedad de sentimientos y de afrontar situaciones que nos han transportado a mundos muy diversos.

Altamente recomendable.

Admito que fui a [Des]encuentros por el nombre de Alejandra Jiménez-Cascón en la dirección, intérprete que nos tiene obnubilados con Blanca desvelada y de quien he podido ver también su faceta descacharrante. Y se nota su mano. Y me alegro de no haberme perdido esta propuesta, fresca, muy divertida, real, bien interpretada, sin aparentes pretensiones aunque toque de lleno un tema eterno. Una agradable sorpresa.

Con la naturalidad por bandera se suceden historias de parejas, de encuentros y desencuentros -así, sin corchetes, que éstos no se pronuncian-.  Parejas de todo tipo, que ni llegan a serlo, que se rompen, que se encuentran, algunas breves y algunas las vemos evolucionar… todo un catálogo de eso tan difícil de intentar que dos sean uno. Y si hay parejas, hablamos de sentimientos, y los tenemos a mansalva: rabia, humor, ternura infinita, vergüenza propia, el enamoramiento, los celos, la independencia, el miedo a mostrarse, las ganas de hacerlo, la complicidad…así que en más de un momento te ves y sonríes.

Y ríes mucho. El humor está muy, muy presente, con momentos de auténticas y prolongadas carcajadas, que es probablemente lo que más recordamos al salir. También hay un poquito de drama, en la historia de una relación con hombre abusador que me revolvió el estómago como pocas veces. Por auténtica, por saber que, por desgracia, tenía poco de ficción. Y sin necesidad de mostrar violencia física. Y al minuto, otra historia esta bañada en humor. Mérito de Anabel Riquelme y  Jesús Luis Jiménez, creadores de la dramaturgia e intérpretes de todos los personajes, que – uno diría que se nota la mano de la directora-, se muestran espontáneos y naturales a rabiar, cuando uno supone que con tantos personajes en algunos se sentirán más cómodos que en otros.

Lo menos mejor: las transiciones entre escenas podrían ser algo más dinámicas y favorecer así la continua inmersión de los espectadores en los diferentes universos.  Aunque lo bueno es que esos momentos incluyen canciones de lo más oportunas con joyas como el Vivir así es morir de amor del nunca suficientemente alabado Camilo, o Enamorada de Pedrina y Rio.

Lo mejor: al ser un conjunto formado por diversas historias, algunas más redondas que otras, muy diferentes (otro mérito) entre ellas, si con alguna no acabas de conectar, tienes la sorpresa de la siguiente.

[DES]Encuentros es una sorpresa: una obra fresca que anima bastante al público. Tres historias centrales entrelazadas y un par de escenas cortas, forman una pieza que me ha gustado bastante en su conjunto. Los actores están geniales.

[DES]Encuentros, es una obra de Anabel Riquelme y Jesús Luis Jiménez con dirección de Alejandra Jiménez-Cascón, conocida dramaturga e intérprete por una de las obras más aplaudidas de pequeño formato, Blanca Desvelada.

[DES]Encuentros es una creación de más de un año y medio de trabajo. Nace de la improvisación y se nota por su frescura. A partir de 3 historias que conforman el argumento global, se incluyen pequeñas historias que dan parte de la frescura a este montaje. Nos encontramos con diferentes escenas donde la edad, los amigos, las generaciones, las relaciones, el amor nos muestran a veces la incomunicación que estamos sufriendo.

Anabel Riquelme y Jesús Luis Jiménez dan vida a diferentes personajes que, con pequeños cambios de vestuario, nos sitúan en diferentes escenarios y con saltos temporales.

Os recomiendo que no os la perdéis. Es una obra fresca para desconectar un buen rato y pasarlo bien. Que no todo tienen que ser dramas, como la misma vida.