Hace tiempo que se siente en la cartelera madrileña un agradable regusto a empoderamiento femenino, ¿verdad? Sus voces resuenan, por derecho propio, cada vez con más fuerza entre los espectáculos de la capital. Una marea que afortunadamente se deja notar en la gran mayoría de las salas, ofreciéndonos espectáculos que despliegan ante la mirada del público un infinito espectro de mujeres, cada una habitando su propia historia, haciéndonos olvidar de una vez por todas cualquier etiqueta molesta y discriminatoria. ¡Se acabó eso del “teatro de mujeres” o “las historias de chicas”! A quienes amamos el teatro, lo que realmente nos gusta es poder escuchar sus voces y disfrutar de su talento, desde el género que sea.
Por esta misma razón, desde la redacción de Teatro Madrid, hemos querido echar un vistazo a la cartelera y ofreceros una selección de esas voces teatrales que no hay que perder de vista:
Ya son 3 temporadas las que Marta González de Vega lleva sobre los escenarios con De caperucita a loba en solo seis tíos. En esta última lo está haciendo desde el Teatro Fígaro, donde nos habla sobre lo patéticos que resultamos cuando se trata del amor, sin distinción de género.
Otra que no deja títere con cabeza, empezando por la suya, es Virginia Riezu. Ya son dos temporadas consecutivas en los Teatros Luchana con Para ser mujer eres bastante graciosa, por algo será, ¿no? AQUÍ puedes recuperar la entrevista que le hicimos.
Otro teatro que apuesta por los espectáculos de monólogos es el Teatro Lara con Besugo por las paredes, donde conoceremos a Detrimento López, la única persona desgraciada de Instagram. Un personaje creado por Diana Lázaro que nos invita a reírnos de lo absurda que es la vida.
El Palacio de la Prensa es el lugar donde podrás encontrarte con dos Evas. La primera es Eva Cabezas, que con su espectáculo Curvy se ha propuesto meter caña a la televisión y al mundo de la moda con esa obsesión por las tallas y los cuerpos perfectos. Tal como dice ella: “¡Agárrate que vienen curvas divertidísimas!”.
Y la segunda Eva a la que hacíamos mención es Eva Soriano; muchos la conocerán por colaborar en programas de televisión tales como La Resistencia, Leit Motiv o Ilustres Ignorantes; pero ahora es ella la que lleva las riendas desde El pecado de Eva, donde romperá con los convencionalismos y los estereotipos que no llevan más que a la decepción. Por supuesto, siempre a golpe de carcajada.
Si nos quedamos en el Palacio de la Prensa, nos daremos cuenta que hay mucho más donde rascar.
Aquí es donde habita El eje del mal, es decir Esther Gimeno (Comedy Central), Victoria Martín (Yu: No te pierdas Nada. Los 40) y Pilar de Francisco (La Ventana. La SER). Tres mujeres que se han propuesto dominar el mundo con un arma de destrucción masiva, el humor bien afilado.
Otras que nos prometen una dosis de humor a lo bestia son las youtubers Soyunapringada y PercebesyGrelos (Carolina Iglesias) con Que vuelva Fotolog. Seguro que con ellas nadie se va a atrever a jugar con las etiquetas ni con los calificativos.
Sería un error obviar un monólogo como Cinco horas con Mario, con el que Lola Herrera abrió una brecha que se ha ido ensanchando poco a poco para dar cabida a las voces femeninas, poniendo en primera línea su protagonismo, convirtiéndolas en narradoras de su propia historia. Se marcha esta misma semana del Teatro Bellas Artes, pero regresará nuevamente en el verano 2019. ¡Esta mujer es incombustible!
Hablando del error que podríamos cometer si nos olvidamos de quienes nos abrieron el camino, también sería imperdonable no incluir en esta selección a Las Teodoras, el homenaje en cuerpo y alma que Chelo Vivares dedica a las actrices de la posguerra desde Tribueñe.
Y sin dejar de lado la memoria, en el Teatro del Barrio aún se puede ver Descarriadas, escrita por Laila Ripoll, interpretada por Luna Paredes bajo las órdenes de Paloma Rodera. No hay que permitir que las injusticias se silencien, así que ellas nos proponen gritarlas a ritmo de rock. Mira AQUÍ cómo nos lo contarón.
Actualmente también podemos encontrar dos fantásticos monólogos en los que adentrarnos en historias muy particulares con las que cualquiera nos podemos identificar, ¡punto extra para los Teatros Luchana!:
Por un lado encontramos A Margarita interpretada por Sara Moros bajo la dirección de Sandra Dominique, ¿se puede hacer humor sobre la enfermedad y la muerte? ¡Claro que sí! Y nada mejor que hacerlo desde la mirada de Carlos Be.
Y Mirona, de Paco Bernal y dirección de Juan Vinuesa, que cuenta con Ángela Chica para dar vida a un personaje que podríamos ser perfectamente cualquiera de los que nos sentamos en las butacas a escucharla, ¿quién no ha odiado alguna vez, sin desearle ningún mal, al resto del mundo? ¡Pues eso!
Quizá lo que nos pida el cuerpo es un poco de ‘Feminist Power’, que no está nada mal, para ello os damos alguna sugerencia que seguro os van a llamar la atención:
El Teatro Lara nos propone Extafadas, un juego de enredos con toques de vodevil donde cuatro mujeres desconocidas acabarán formando una alianza, aunque no siempre las cosas son lo que aparentan ser… Con María Cantuel, Alba García, Cecilia Gessa y Marián Zapico.
O quizá busquéis algo más cabaretero, que sea crítico y divertido, pues nada mejor que Cabaré Volter en el Teatro del Barrio. El equipo formado por Noemí Climent y Rut Santamaría junto a Jose Manuel Carrasco ya demostraron su rollazo jugando con Neil Labute en Lo Posible, y ahora se lanzan a explorar el dadaísmo homenajeando sus propias raíces.
Uno de los éxitos de la temporada pasada que ha regresado es Mujeres de paciencia salvaje al Teatro de las Culturas, ¡ojo! que ha cambiado de título, antes fue Mujeres que corren con los lobos. Basándose en cuatro cuentos populares, Ximena Vera nos plantea un viaje de búsqueda hacia la identidad de la mujer.
Por supuesto no puede faltar la primera obra de La Joven Compañía interpretada íntegramente por mujeres: PLAYOFF de Marta Buchaca. Un montaje que reivindica el lugar de la mujer dentro del deporte, siendo protagonistas de sus propias vidas, con sus luces y sus sombras.
Como veis, no son todas las que están, pero… sobran los motivos para poner en primera línea de escenario todo este ramillete de voces con tantas formas y tanto por contar. Son necesarias, son indispensables ¡Y nos encanta que así sea!