
Manuel Moya, Alfredo Noval, Irene Serrano y Rebeca Matellán protagonizan ‘Los dos hidalgos de Verona’.
Los dos hidalgos de Verona es una comedia en la que William Shakespeare explora las tensiones entre amor y amistad. Alfredo Noval, Manuel Moya, Irene Serrano y Rebeca Matellán protagonizan una historia marcada por la traición y el perdón. Jorge Basanta, Prince Ezeanyim, Alberto Gómez Taboada, Goizalde Núñez y Antonio Prieto completan un genuino elenco español con el que los británicos Declan Donnellan y Nick Ormerod se adentran en una de las primeras obras del bardo inglés.
Una coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, LAZONA y Cheek by Jowl, que se podrá ver en la Sala Principal del Teatro de la Comedia desde el 10 de abril hasta el 1 de junio.
‘Los dos hidalgos de Verona’: una de las primeras comedias de Shakespeare
Los dos hidalgos de Verona, conocida también en español como Los dos caballeros de Verona (del original The Two Gentlemen of Verona), es una de las primeras obras que escribió William Shakespeare. Para su escritura, Shakespeare se inspiró en un pasaje de Los siete libros de la Diana, novela pastoril del autor hispanoportugués Jorge de Montemayor (cuya primera edición datada es de Zaragoza en 1560).
Existe bastante consenso entre los estudiosos sobre que esta comedia en cinco actos fue escrita a comienzos de la carrera dramática del autor, alrededor de 1590, a pesar de que la primera evidencia de su existencia se encuentra en una lista de obras escrita por Francis Meres, que fue publicada en 1598. Sí hay total certeza de su impresión en 1623 cuando apareció en el First Folio: la primera publicación de la colección de treinta y seis obras teatrales de William Shakespeare aceptadas como auténticas. La obra fue recopilada y editada por John Heminges y Henry Condell, amigos y compañeros del bardo, en 1623, siete años después de la muerte del dramaturgo.
Los dos hidalgos de Verona es una de las comedias shakespearianas menos representadas a lo largo de la historia. Considerada una obra irregular, sí supuso un primer paso hacia las denominadas Comedias Altas que alcanzarían su perfección en títulos como Noche de reyes o Como gustéis.
‘Los dos hidalgos de Verona’: origen de la fórmula shakespeariana
La comedia Los dos hidalgos de Verona se puede considerar en gran medida como un precedente de Romeo y Julieta, ya que ambas obras presentan tramas con ciertas similitudes significativas. El amor juvenil, la figura del padre que se opone al amor de su hija, la presencia de una ventana que escalar para visitar a la amada prohibida o el mero hecho de que sus protagonistas son ciudadanos de Verona.
Todavía más interesante resulta el empleo por primera vez por parte de Shakespeare de algunos recursos dramáticos que perfeccionaría en títulos posteriores y que se convertirían en marca inigualable de su estilo: la mujer que se disfraza de varón y va en busca de su amado, la presencia de un bosque como lugar idealizado donde viven todos aquellos que no encajan con los cánones sociales o la clara distinción entre los tipos humanos protagonistas, de clase alta, y los que podríamos llamar graciosos o bufones, en este caso, los criados.

El director británico dirige de nuevo a un reparto español, tras el éxito cosechado con ‘La vida es sueño’.
Estos personajes secundarios, considerados por algunos estudiosos como los auténticos dos hidalgos de Verona, son los respectivos criados de Valentín y Proteo: Speed y Launce. Concretamente la relación de Launce con su perro Crab, uno de los primeros animales en escena en el teatro isabelino, es una de las creaciones más emblemáticas y celebradas de esta comedia.
‘Los dos hidalgos de Verona’: la amistad como el vínculo incondicional de amor sin sexo
La obra Los dos hidalgos de Verona muestra un debate entre la amistad y el amor que cuestiona las prioridades clásicamente establecidas en las relaciones afectivas. Los protagonistas de la historia son dos hombres que están unidos por un vínculo muy fuerte carente de afecto sexual, a partir del cual Shakespeare plantea si la amistad entre dos amigos es más importante e incondicional que una relación entre dos amantes enamorados.
La amistad entendida como una forma de amor sin sexo estaba siendo tratada desde muchas perspectivas en la literatura de finales del Renacimiento y, además, fue enaltecida como una forma de alto compromiso sentimental opuesta a las relaciones amorosas. Esta premisa es la idea de fuerza de una gran historia de amistad, amores, traiciones, enfrentamientos, arrepentimientos y confusiones.
«Enamorarse poco tiene que ver con la otra persona, habla de tus propios sentimientos», Irene Serrano
A lo largo de la obra, puede descubrirse cómo la actitud de Shakespeare hacia el amor es de sospecha. Nos presenta a unos personajes que dicen estar enamorados y según les vamos conociendo a través de sus motivaciones será posible apreciar el hecho de que quizás a veces confundimos el amor con la obsesión. Entonces, ¿qué es esto del amor?
Cuenta la actriz Irene Serrano, que interpreta a Julia, que durante el proceso creativo del espectáculo han reflexionado mucho en torno al amor heterosexual, la amistad entre hombres y la amistad entre mujeres. «Declan nos hablaba de cómo todas estas obras de Shakespeare parecieran un relato de las incomodidades e insuficiencias de las relaciones heterosexuales. Son obras que tienen que ver con la educación sentimental. Enamorarse poco tiene que ver con la otra persona, habla de ti, de tus propios sentimientos; poco tiene que ver con “querer” a una persona. Y en una relación de amistad también sentimos que el otro nos pertenece, y podemos sentirnos abandonados o celosos». Especialmente para los cuatro protagonistas el punto de partida ha sido descubrir qué les duele a los personajes, cuál es su obsesión y el vínculo que existe entre ellos.
«En nuestra versión hay un concepto que toma más fuerza frente al amor o la amistad: el apego», Alfredo Noval
El actor Manuel Moya, que interpreta a Valentín, confiesa que se sintió sorprendido por la profundidad de la relación entre los dos hombres cuando leyó el texto por primera vez: «Me despertó muchas preguntas respecto a la amistad entre hombres». Por su parte, Alfredo Noval, actor que da a vida a Proteo, va más allá en su lectura: «En nuestra versión hay un concepto que toma más fuerza frente al amor o la amistad: el apego. Lo que mueve a Proteo a hacer todo lo que hace es que se siente totalmente desplazado de la vida de Valentín, el único y verdadero vínculo afectivo en su vida. No concibe la vida sin Valentín, y ese apego se convierte en un monstruo que le guía arrollando todo lo que se pone frente a él».
‘Los dos hidalgos de Verona’: traición, perdón y un final demasiado amargo
En la trama, Proteo y Valentín son dos jóvenes amigos que viven en Verona. Valentín anuncia a su amigo Proteo que se va de viaje a la corte del duque de Milán. Proteo se queda en Verona, ya que está enamorado de Julia. Poco después, el padre de Proteo lo envía también a Milán. Allí la hija del duque, Silvia, se ha prometido a Valentín, en contra de su padre. En cuanto Proteo ve a Silvia, se enamora de ella, olvidando a Julia y traicionando a su amigo Valentín, a quien acusa ante el duque de intentar escapar con su hija. Valentín es desterrado y lidera un grupo de bandidos en el bosque de Mantua. Julia se disfraza de varón para ir a buscar a Proteo y presencia su infidelidad con Silvia. Pero al final todo se arregla en el bosque: Valentín evita que Silvia sea violada por Proteo, el duque acepta la unión de Valentín con Silvia y Proteo se arrepiente y vuelve con Julia.
«Lo que más me llamó la atención fue el final. Tenía mucha curiosidad por llegar a la sala de ensayos y conocer qué se les había ocurrido a Declan y Nick para solucionar ese final tan oscuro», comenta Noval. Como era habitual en las comedias del Siglo de Oro el final del enredo y la restauración del orden perdido traían consigo acuerdos matrimoniales. Esta comedia shakespeariana cumple con la norma, pero la profundidad con la que es abordada la deslealtad y el desprecio al que son sometidos concretamente los personajes femeninos choca inevitablemente con nuestra mirada contemporánea.
«Me resulta muy retador tratar de contar esta historia desde un punto de vista actual», Rebeca Matellán
Si bien Shakespeare se ha caracterizado por admirar a las figuras femeninas y presentarnos en sus obras a mujeres intrépidas que luchan por su libertad, en esta creación de juventud tanto Julia como Silvia después de todo se conforman, a pesar de haber sido traicionadas. Siempre crítico con la sociedad de su época y con los valores puramente patriarcales, el dramaturgo se muestra en esta ocasión tremendamente contradictorio y resuelve el enredo con un final chocante y demasiado amargo, incluso para la época. «Me sorprendió mucho el silencio de Silvia durante casi toda esa parte final. Me resulta muy retador tratar de contar esta historia desde un punto de vista actual», confiesa Rebeca Matellán.
Shakespeare nos presenta a Proteo como a un joven que no es realmente capaz de gestionar sus emociones lo que le lleva a no saber qué es lo que le está sucediendo internamente. Esta indefensión la canaliza con las herramientas que posee y que sabe manejar: el engaño, la seducción y el embaucamiento. «Creo que Proteo es disfuncional emocionalmente. Es el resultado de un niño de clase privilegiada, educado en un entorno patriarcal (en el texto nunca se menciona a la madre u otro referente femenino), para ser un hombre de provecho, dedicarse a los negocios y rodearse de buenos contactos con un estatus elevado», explica Noval. Para el actor el mayor reto ha sido «huir de por qué Proteo hace lo que hace y descubrir lo que hace en el momento, con el público de confidente».
«Hay un concepto fundamental que me está encantando descubrirlo y habitarlo: el perdón», Manuel Moya
Para Valentín la vida no existe sin Proteo. Su principal motivación es estar con él. Si la lectura de la relación de estos dos amigos puede llevar a pensar en un vínculo homosexual, el actor Manuel Moya considera que su unión es mucho más profunda, intensa y pura que todo eso: «Son dos hombres, dos amigos, perteneciéndose el uno al otro. Hablamos de un amor puro, sabiendo, además, que amar también conlleva a la pérdida». El mayor desafío de Valentín será enfrentarse a la traición de Proteo y llegar a aceptar su deslealtad para poder superarla: «Hay un concepto fundamental que me está encantando descubrirlo y habitarlo en esta función: el perdón», confiesa Moya.

Proteo y Valentín son ‘Los dos hidalgos de Verona’ que se debaten entre su amistad y el amor.
En cuanto a las dos mujeres protagonistas, Julia es una joven que está enamorada de Proteo. Su obsesión por recuperar a su amado le llevará a vivir situaciones muy exigentes a nivel emocional que reforzarán al mismo tiempo el carácter cómico que habita también en su personalidad. Julia se vestirá de hombre para seguir a Proteo y descubrir si de verdad la ama. «Está obsesionada con este amor, y cuando estás obsesionada no ves a la otra persona. Lo que más me atrae del personaje es que, por muy desconsolada que esté, mantiene su sentido del humor y su ingenio para seguir adelante, sin pensar mucho hasta dónde la va a llevar la situación», expone Serrano.
Por su parte, Silvia es una mujer con un estatus alto; es la hija del duque, que la ha criado en solitario, ya que su madre es un personaje ausente. Aunque su padre quiere casarla con Turio, un hombre al que detesta, ella por quien realmente siente interés es por Valentín, aunque le cueste entender sus juegos de seducción. Su padre no aprueba esa relación, por lo que decide encerrarla en una torre. Además, Silvia será cortejada por Proteo quien tratará de forzarla. «Hay tres hombres intentando enamorarla al mismo tiempo, mientras que su motivación principal es conseguir la libertad: liberarse del control que ejerce su padre sobre ella, tomar el control de su vida y también mantener su estatus social», explica Matellán.
En este viaje emocional tan fuerte, la joven es consciente de que entre Valentín y Proteo existe un vínculo muy especial que la deja fuera, lo cual no es bueno para ella. «Proteo traiciona a su amigo Valentín y también a Julia. Silvia conoce la traición de Proteo hacia Julia y hace lo posible para no formar parte de ella», afirma Matellán.
Una mirada a Shakespeare puramente británica
Los británicos Declan Donellan y Nick Ormerod fundaron la compañía internacional de teatro Cheek by Jowl en 1981. William Shakespeare siempre ha estado en el núcleo de su repertorio tal es así que el propio nombre de la compañía se lo debe a él. La expresión «cheek by Jowl» («codo con codo» en castellano) es una cita de El sueño de una noche de verano.
«Lo único que podemos interpretar son las situaciones que le suceden al personaje», Rebeca Matellán
A lo largo de toda su trayectoria, su objetivo ha sido otorgar una nueva vida a los clásicos a través de la interpretación. Su compromiso escénico establece como prioridad la búsqueda de lo vital en el trabajo del actor. A partir de esta idea, el desarrollo de la construcción dramática nunca habla de la interpretación de personajes. «Lo único que podemos interpretar son las situaciones que le suceden al personaje, y no al personaje como tal», afirma Matellán. De este modo, el trabajo se centra en la interpretación de una situación que permita al intérprete ver el espacio, atravesado de unas circunstancias concretas, del mismo modo que lo ve el personaje. «El actor tiene que poner su honestidad al servicio de la situación. Meterse en los zapatos del personaje y ver el mundo a través de sus ojos», explica Moya.
Este método despoja al intérprete de responsabilidad y le permite colocarse en una posición de presente y escucha absolutos que les confiere una gran libertad. «El trabajo de Declan con los actores y las actrices es muy inspirador y me ha hecho replantearme cómo me he estado enfrentando al oficio anteriormente», confiesa Serrano.
En la práctica esto se traduce en el manejo de dos conceptos clave para Donnellan y Ormedord: el «predicament» y el «vacío». El «predicament», palabra que no encuentra en español una traducción literal del concepto, hace referencia a una serie de circunstancias excepcionales y terribles que no tienen solución con las que el personaje se encuentra de frente y que hacen tambalear sus cimientos.
Ante esta perplejidad o peligro se tendrá que activar la reacción más instintiva y para lograrlo es imprescindible estar «vacíos», esto es, huir de cualquier plan emocional que se haya previsto para el personaje. Solo de esa manera es posible llenarse de esa reacción instintiva y espontánea que reclama el «predicament». «Verdaderamente es muy importante tener esto en cuenta cuando sales a jugar a escena, ¿qué es lo que hay en juego para el personaje?, ¿qué es lo peor que le podría pasar? También nos insiste mucho en subir las apuestas: cuanto más hay en juego más interesante es la escena», comenta Matellán.

Declan Donnellan y Nick Ormerod son los fundadores de la compañía Cheek by Jowl y grandes expertos en Shakespeare.
Los hidalgos de Verona es una obra en la que Shakespeare combina el verso y la prosa con un propósito claro. Josete Corral es la persona responsable de la traducción y adaptación de la obra al español para este montaje. En esta traducción no se mantiene el verso shakesperiano como tal.
Shakespeare distingue en sus obras el verso y la prosa como forma de caracterizar a los personajes. En el caso de Los dos hidalgos de Verona son los sirvientes o los bandidos del bosque los que están escritos en prosa, y en verso los caballeros, las damas protagonistas o los personajes de la corte. Mientras que los personajes que se expresan en verso son los que tienen una poética más elevada, los otros tienen un habla más popular, más llano. «Esta característica diferenciadora ha quedado muy bien plasmada en la traducción de Josete Corral, que no ha perdido vuelo poético. Lo interesante es cómo Shakespeare convierte muchas veces esto en un elemento cómico más de la pieza», comenta Serrano.
«Declan tiene una frase maravillosa. “Si no puedes respirarlo no puedes actuarlo”», Manuel Moya
Independientemente de la forma de escritura, Donnellan siempre trabaja el texto con los mismos parámetros: «Para él es importante, sobre todo, que haya “flow”, es decir, flujo, y trabajamos siempre con ejercicios que son clave para que esa fluidez con el texto se dé en el escenario, y evitar que algo estructural sea una barrera», explica Noval. «Sí, el actor se presta a descubrir lo que surja frente a sus ojos», añade Moya.
De esta manera, en el trabajo de texto para el director británico son imprescindibles la respiración y separar las sílabas y alargar las vocales, con independencia del tipo de texto que se esté trabajando. «Nos insiste mucho en que nos llenemos del aire suficiente como para poder decir el texto sin cortar las ideas», confiesa Matellán. «Declan tiene una frase maravillosa. “Si no puedes respirarlo no puedes actuarlo”», concluye Moya.
El regreso a escena de un genuino equipo artístico
Felicidad y agradecimiento son las dos palabras que mejor definen la nueva experiencia compartida por el equipo de Los dos hidalgos de Verona. Prácticamente todo el elenco, con la incorporación destacable de los actores Jorge Basanta y Alberto Gómez Taboada, se reencuentra después de haber formado parte de un gran hito del repertorio clásico español que gozó del aplauso del público y de la crítica. En octubre de 2022 Declan Donnellan estrenó La vida es sueño, la primera producción en español dirigida por el que está considerado uno de los mejores directores vivos del teatro internacional.
«El vínculo que tienen con Shakespeare traspasa el papel e incluso las tablas», Alfredo Noval
Conocedores de la producción de Shakespeare a la perfección, Declan Donnellan y Nick Ormerod tenían claro que querían representar Los dos hidalgos de Verona, una obra todavía inmadura del bardo. «La primera obra que vi de ellos fue un Shakespeare que me dejó hipnotizado. Hoy me veo yo en su universo navegando a bordo de las palabras de Shakespeare», confiesa Moya.
En esta ocasión la intención era traer a escena un título shakespeariano con un reparto completamente español. «Otro autor, otro género, y un texto que a priori ellos no conocían en profundidad, pero que al mismo tiempo pensaban que era perfecto para nosotros, y que hemos ido descubriendo y desgranando juntos. Hay que tener en cuenta que es el autor que más han llevado a escena, y el vínculo que tienen con él traspasa el papel e incluso las tablas», afirma Noval.
«Declan es un humanista con una sensibilidad y escucha infinitas», Irene Serrano
Después de dos años de gira con La vida es sueño, el equipo artístico ha ido generando una conexión especial que ha hecho que durante este segundo proceso de trabajo todo fuera aún más fácil. «Hay mucha confianza en el equipo, y eso te permite cierta tranquilidad a la hora de embarcarte en el trabajo. El proceso es muy gozoso y a la vez produce vértigo, porque las pautas que dan para jugar permiten mucha libertad, y la libertad a veces da miedo, ya que no estamos acostumbrados a ejercerla», expone Matellán.
Todos coinciden en que precisamente esta libertad les ha aportado una forma de trabajar, y también de concebir el teatro y la vida, que ha sido muy enriquecedora profesional y personalmente. «El ambiente que generan en la sala de ensayo y entre el equipo es distendido, placentero y divertido. Este tipo de procesos me reafirman en que el disfrute es perfectamente compatible con el trabajo y el rigor. Declan no es un hombre de teatro únicamente; para mí, es un humanista, un atento observador del comportamiento humano, con una sensibilidad y escucha infinitas», declara Serrano.
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