Del color de la leche

Maravillosa adaptación, por la propia autora del libro, Nell Leyshon, para la compañía vasca Tanttaka. Si no se ha leído, creo que es mejor acudir sin indagar mucho, así mejor no saber mucho de la historia.

Mary tiene 15 años, campesina analfabeta inglesa del XIX, en una sociedad violenta, clasista (hasta dentro de los propios pobres), donde “no hay que pensar demasiado” para sobrevivir a la violencia física y sentimental. Ella, chica, con una minusvalía, en familia donde lo único importante es trabajar, empieza la partida de la vida perdiendo. Sumamente inteligente, honesta, irónica, atrevida, su sueño es poder leer y escribir.  Y lo consigue, a un precio carísimo, al que no renuncia una vez conquista la dignidad y libertad de poder escribir y transmitir ella misma su historia, de hacer oír su voz, ahora que la ha alzado para decir no.

Escenografía sugerente (choca con el costumbrismo del texto), que no distrae, sino que nos hace fijarnos en cada gesto de las interpretaciones y diálogos, donde, creo, se han reforzado los momentos de comicidad. La compañía ofrece excelentes interpretaciones, no sólo la protagonista, que, lógico, lleva gran parte del peso de la representación, sino que es un trabajo coral total.

Lo mejor: por poco habitual, la adaptación teatral deja mejor poso que el libro. Lo acabé pensando que era demasiado triste para regalarlo. Salgo del teatro convencido plenamente de que es obra que no hay que perderse. Comparto, eso sí, la misma sensación de que al final le sobra un punto de dramatismo, no era necesario para emocionarnos.

Lo menos mejor: las pelucas (algo demasiado frecuente en los últimos tiempos).

En resumen: teatro de emociones, de personas. Emocionarnos con temas, no superados, como la violencia, el acceso a la educación y lo que implica, dignidad. La fuerza de querer defender con uñas y dientes el derecho a que se oiga su voz. Mary pasa buena parte de la obra recordando, la quieran escuchar o no, que no tiene opción, deciden por ella. Como espectadores, no tenemos opción de no quedar cautivados por esta propuesta.