La IV edición de los Premios Godot, organizados por la Revista Godot, ha conmemorado su 15º aniversario. En una gala marcada por el humor, el compromiso, la emoción y la pluralidad, 1936 se coronó como la gran triunfadora.
La obra 1936, una coproducción del Centro Dramático Nacional, Check In Producciones y El Terrat, que triunfó también en los Premios Talía, consiguió cinco premios: Mejor Obra, Mejor Actor (Juan Vinuesa), Mejor Actriz (Natalia Hernández), Mejor Elenco y Mejor Caracterización (Cecile Kretschmar). Una victoria que refuerza el valor del teatro como espacio de memoria viva y acción política. Durante su intervención, Paco Ochoa, al recoger el premio a Mejor Elenco, subrayó la importancia de reconocer el trabajo colectivo en escena y animó al resto de premios del sector a seguir ese ejemplo.
‘1936’ se convirtió en la gran favorita de la Gala
Por su parte, Orlando, también del Centro Dramático Nacional, brilló con cuatro premios: Mejor Dirección para Marta Pazos, Mejor Diseño Escenográfico (Blanca Añón), Mejor Composición Musical (Hugo Torres) y Mejor Vestuario (Agustín Petronio). Pazos, al recibir su galardón, afirmó con firmeza:
“Me parecía importante hacer Orlando en esta época donde peligran los derechos conquistados”
Marta Pazos
La gala fue presentada y dirigida conducida por la compañía Los Absurdos Teatro (Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía), que impregnaron la gala de humor y complicidad con el oficio actoral. Uno de los momentos más destacados de la presentación llegó con Daniel Galindo (RNE), quien, tras dar las buenas noches en varias lenguas cooficiales, lanzó un guiño a la inclusión lingüística.
Otro de los discursos más aplaudidos fue el de Pilar Valdelvira, galardonada por segundo año consecutivo a Mejor Diseño de Iluminación, en este caso por Los nuestros. Valdelvira dedicó su premio a todas las mujeres iluminadoras y técnicas, agradeciéndoles por haber abierto camino en un sector históricamente masculinizado.
Conexiones transoceánicas y memoria histórica
La gala también tuvo un momento especial con las palabras enviadas desde Ecuador por María Velasco, ganadora del premio a Mejor Autoría Teatral Original por Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos. Desde su gira en Latinoamérica, reflexionó sobre la complejidad de girar fuera de los grandes centros, señalando las diferencias entre los programadores que promueven repertorio y los que impulsan la visibilidad de los influencers.
Asimismo, la emoción se intensificó cuando Carmen Werner recibió el Premio Godot de Honor, provocando una ovación unánime. Y en un emotivo viaje al pasado, se rindió homenaje a la huelga de actores de 1975, en su 50º aniversario, con la presencia en el escenario de Pedro Mari Sánchez y Rosa León, símbolos de aquella lucha que transformó las condiciones laborales del sector.
Pedro Mari Sánchez y Rosa León, memoria viva de la huelga de actores de 1975.
Artes escénicas diversas y comprometidas
El Premio Godoff fue para Hoy tengo algo que hacer, de Teatro del Barrio, consolidando la relevancia de las salas alternativas. En dramaturgia, además de María Velasco, también fueron reconocidos Pau Matas Nogué y Oriol Pla Solina por Travy.
En danza, brillaron Manuel Liñán, doblemente premiado por Muerta de amor, y Poliana Lima, Mejor Intérprete Femenina por The Common Ground. Por su parte, The room where it happens, de Iker Karrera, se llevó el galardón a Mejor Coreografía Contemporánea.
El Premio del Público fue para Victoria viene a cenar, de la compañía Pisando Escenario, mientras que La princesa y el dragón, de Títeres Sol y Tierra, ganó el premio al Mejor Espectáculo de la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid.
