Paco Azorín

Shakespeare nos sigue fascinando. Al público actual le sigue gustando la aventura, la emoción, la poesía, la violencia, la tragicomedia, la acción que emanan de sus grandes obras.

Coriolano, una de sus obras de madurez, es una tragedia que nos recuerda que la alargada sombra de la Roma antigua sigue teniendo eco en nuestra sociedad, en nuestra vida ciudadana.

La Patética se inspira libre y remotamente en Morir, la novela de Arthur Schnitzler. La obra es un viaje enajenado entre la realidad y la ficción. Los delirios hilarantes de un hombre que se revuelve ante la tragedia de su propia extinción. Una comedia con un protagonista trágico decidido a que el final de su vida tenga como banda sonora el sublime arrebato emocional de la famosa Sinfonía de Tchaikovsky.

En esta adaptación escénica de la novela de Tolstoi, Carme Portaceli rescata a Anna Karenina del escándalo amoroso y la pone en escena para que sea juzgada, pero esta vez ella está decidida a contarnos lo que realmente sucedió, lo que realmente sintió y lo que nadie, salvo quizás Tolstoi, tuvo en cuenta.